Maratón de Atenas 2014: El escenario del décimo

Por fin pude decirlo. Si ya es complicado correr sin contarlo, inscribirme en un maratón como el de Atenas y no poder decir ni una palabra es una tortura.

El décimo maratón va a ser más especial por el marco que por lo redondo de ese número. Entrar en dobles dígitos me da la sensación de que es como llegar a la mayoría de edad maratoniana, aunque seguramente esto se alcance por cómo los corres y no por cuántos terminas.

La decisión

La inscripción al Maratón de Atenas se ha cocinado a fuego lento. Lo cierto es que inicialmente mi idea era buscar una plaza rápida pensado en la clasificación para Boston, ya han pasado dos años sin ser de la partida en un maratón que permita una buena marca y uno se va echando años y no es cuestión de que se pase el arroz.

Sin embargo, a mi cuñada se le ocurrió regalarle por su cumpleaños un maratón chulo a Álvaro, ese que me ha pulido en Berlín, Gran Canaria y Maranalón, y claro, si no me machaca no sería un regalo completo, así que nos propuso acompañarlos.

Fuimos decidiendo a partir de una interminable lista, teniendo en cuenta el propio maratón, si unos u otros habíamos estado en la ciudad, la hostia al bolsillo... desde el principio Atenas estuvo en la terna de favoritos y las tarifas que sacó poco después Aegean Airlines desde Madrid terminaron de aclarar el panorama.

Al ser una sorpresa no podía contar nada hasta el 10 de Agosto, casualmente la misma fecha de cumpleaños que la del peque de la casa. De hecho ya llevo tres semanas de entrenamiento, calladito, con lo que a mí me cuesta eso.

Expectativas

Creo que esta parte se podría explicar con sólo enseñar el perfil del maratón.

Con este panorama no vale la pena ni plantearse el salir a hacer marca. Además encadenaré el final de su preparación con el principio del plan para Sevilla, dónde iré a darlo todo en busca del sub 3:15.

De todos modos ya me conozco, el plan me irá poniendo fuerte, me vendré arriba y saldré a por una burrada sin sentido el día de la carrera. Creo que bajar de 3:30 sería un tiempazo, así que empezaré por ahí y ya veremos lo que me propongo cuando se me vaya la cabeza.

Dos semanas antes tengo un medio maratón en el que sí voy a intentar hacer marca personal, básicamente porque será la única oportunidad de hacerlo durante este año. Para intentarlo tendré que llegar muy bien de forma a ese día, eso ya sería garantía para hacerlo bien en Atenas.

Lo que es evidente es que este hay que acabarlo como sea, es el décimo y, sobre todo, termina en el Estadio Panathinaikó. Hay que llegar allí razonablemente bien y disfrutar ese momento que será único en la vida.

Plan de entrenamiento

Mi idea inicial era probar cosas nuevas, nada más terminar el Gran Canaria Maratón pensé en añadir un cuarto día a mí rutina de carrera pero la dichosa fascitis dio al traste con el intento. A base de paciencia, estiramientos y las milagrosas taloneras parece totalmente controlada pero prefiero no arriesgar de cara a 2015.

Así que será lo de siempre, tres días a la semana de carrera, dos de elíptica y otro de pesas. Eso sí, en la elíptica me estoy torturando más que de costumbre gracias a mi nueva adquisición después de reventar, literalmente, la antigua.

Epílogo

En resumen, tengo muchísimas ganas de estar allí y calentar en Maratón mientras pienso en lo que estoy a punto de hacer. Saben que soy bastante mitómano y el simbolismo de esta carrera es más que evidente.Cubrir el recorrido entre Maratón y Atenas está en la lista de deseos de muchos maratonianos y por descontado también en la mía.

Y bueno, ya conocen como funciona esto, a partir de ahora voy a ponerme muy pesado con esta historia ;)