Nada como una carrera para borrar las malas sensaciones de otra carrera. Hay mucha gente a la que le llena entrenar y dar zancadas sin rumbo fijo pero a mí lo que realmente me atrae de esto es competir. No en el sentido estricto de pelear contra los demás, sino de demostrarme a mi mismo que estoy fuerte y metido en carrera dentro de mis discretas condiciones.
La de este sábado no fue mi mejor competición, un par de errores, el calor y una pizca de la mala suerte que parece acompañarme últimamente cuando salgo a la montaña, se encargaron de que no fuera fácil ni gloriosa. Sin embargo, esta vez sí me fui a casa con la sensación de haber hecho un buen trabajo y, sobre todo, de haber pasado una gran mañana, en esto último tienen buena culpa mis compañeros de club.
El día amaneció despejado en Montaña Alta, a pesar del fresquito que había antes de la salida sólo tenías que salir 5 minutos de la sombra para darte cuenta de que el día se iba a presentar complicado. Como soy muy precavido llevaba la gorra entre mi material y por supuesto... no me la puse (error 1). En la salida me quedé en la parte de atrás, bajo una sombra, y simplemente no me acordé. Después nunca encontré el momento (aunque hubo miles) para parar y quitarme la mochila , así que fui todo el camino con la cabeza cocida.
A balón parado unos cuantos kilómetros cuesta arriba pero que permitían correr bastante, hay que ver lo que corre la gente en estas carreras con respecto a hace un par de años. Ni un momento de respiro, paisajes espectaculares pero poco tiempos para verlos.
Pasando el primer avituallamiento tomo por primera vez las sales que me habían dado en la Santa Cruz Extreme y no me pasan de la garganta, dulce y empalagosa, imposible de beber en carrera. Este fue el segundo error, al plantear la carrera como un entrenamiento hice probaturas y esta salió mal, más tarde me acabaría pasando factura. En esta parte de la carrera me junté a Pedro, que por cierto está finísimo, y fuimos casi toda la carrera juntos.
Descansito en el kilómetro 8, primero con un llano en el que inexplicablemente hay una baliza señalando una rama peligrosa que dentro lleva oculta ¿¡una piedra!? más peligrosa aún. El corredor de delante toca la baliza y viene con inercia hacia mi cabeza para impactarme en toda la frente (mala suerte 1), entre lo que dolió y lo inesperado del golpe me dejó un poco "sonao".
Posteriormente, pequeña bajada técnica que me demuestra que definitivamente he perdido toda la confianza descendiendo. Me relajo y dejo pasar unos cuantos corredores a la espera del muro que nos tiene que llevar a Los Moriscos (km 12). En esa subida cojo otra vez el pulso a la carrera, aún reservando de vez en cuando puedo pasar a algún corredor.
Una vez arriba, empieza un largo y cómodo descenso por pistas de picón y pinocha hacia Fontanales (km 18). No me cebo por lo que al principio me pasa algún corredor, voy genial, no estoy forzando, los metros pasan rápido... hasta que rozo con algo en la espinilla y de repente me queman 7 u 8 puntos muy localizados en la pierna (mala suerte 2). Supongo que ha sido una ortiga, nunca me había pasado y cada vez escuece más. Paro a ver si tengo púas clavadas y no veo nada, pero al minuto tengo que volver a parar. Poco compañerismo montañero entre los que me pasaban, ni un mísero ¿estás bien?, hasta que pasa Pedro y se para a mi lado. Sigo la marcha con él mientras poco a poco el picor se va haciendo soportable, eso sí, me duraría hasta esa noche.
Con el calentón aumento la velocidad y llego a Fontanales con las pulsaciones por las nubes, lo cual me mata en la primera mitad de la subida que nos estaba esperando. Pedro pasa delante y no hago por seguirle, bastante tengo con concentrarme en llegar arriba.
Coronada la subida y con la perspectiva de que aún queda un muro (casi literal) por escalar, relajo el ritmo para que no me pase lo mismo. Además empiezo a tener síntomas de deshidratación, a pesar del calor y del esfuerzo dejo de sudar y tengo algún escalofrío, mala señal. Es lo que tiene equivocarse con las sales, sólo pude probarlas y como iba en modo autosuficiencia casi no paré en los avituallamientos.
La última subida, corta en distancia pero larga en tiempo por su desnivel, la subo bastante tocado aunque la paso mejor que la gente que estaba a mi alrededor. Los últimos kilómetros llaneando y, posteriormente, descendiendo hasta la meta, me los tomo con muchísima tranquilidad. Teniendo en cuenta que no iba muy bien, el objetivo era llegar sin desgastarme en exceso, no valía la pena forzar a sabiendas de que esto es sólo el aperitivo de la verdadera batalla.
Pierdo cuatro o cinco posiciones hasta que toco el asfalto de la larga recta que desciende hacia meta, en ese momento veo por el rabillo del ojo que alguien viene detrás y me digo que no más. Voy acelerando pero el pesado de atrás sigue ahí, así que me meto un sofocón final que no venía a cuento por Montaña Alta. Entro en meta reventado y, para colmo, cuando paro veo que mi fiero rival era Alberto, compañero en muchas carreras y en alguna visita veraniega a Teror, sprint doblemente estúpido.
Se acababan 3 horas y 20 minutos sufridas pero disfrutadas, entrando en meta en la posición 60 de 251 finishers. Última paliza antes de la Transvulcania, 26'5 kilómetros y 3560 metros de desnivel acumulado (1780 positivos) que ya están en las piernas.
Organizativamente todo muy bien llevado, ninguna queja. Bueno, excepto por el hecho de poner una piedra escondida en una baliza que casi me abre la cabeza :( A mí personalmente me gustaba más el recorrido de la primera edición, pero este sin duda es un gran recorrido, duro y divertido.
Si la carrera estuvo bien lo que vino después fue incluso mejor, nada como echar el rato con los compañeros del club (tremenda la actuación del equipo) y con los amigos que me iba encontrando por allí. Es increíble la vida que estas carreras dan a los pueblos, que se lo digan al dueño del molino de gofio que había cerca de meta... hizo su Agosto en Abril.
Ahora sólo queda cuidar las heridas de estos meses de entrenamiento. Las piernas ya hicieron su trabajo, toca preparar la cabeza.
Clasificación Entre Cortijos EC26
Clasificación Entre Cortijos EC15
Galerías de fotos Entre Cortijos (actualizado 29/04):
Nacho Castellano
Jose FCo Santana
C.D. Montaña Vergara
Cristina Reyes
Organización Entre Cortijos (Entradas en meta)
Club B-Sporty
Nathan Photography
Sandra Moreno
Mi carrera en Strava
Mi carrera en Garmin Connect
La de este sábado no fue mi mejor competición, un par de errores, el calor y una pizca de la mala suerte que parece acompañarme últimamente cuando salgo a la montaña, se encargaron de que no fuera fácil ni gloriosa. Sin embargo, esta vez sí me fui a casa con la sensación de haber hecho un buen trabajo y, sobre todo, de haber pasado una gran mañana, en esto último tienen buena culpa mis compañeros de club.
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| Primer comando preparado |
El día amaneció despejado en Montaña Alta, a pesar del fresquito que había antes de la salida sólo tenías que salir 5 minutos de la sombra para darte cuenta de que el día se iba a presentar complicado. Como soy muy precavido llevaba la gorra entre mi material y por supuesto... no me la puse (error 1). En la salida me quedé en la parte de atrás, bajo una sombra, y simplemente no me acordé. Después nunca encontré el momento (aunque hubo miles) para parar y quitarme la mochila , así que fui todo el camino con la cabeza cocida.
A balón parado unos cuantos kilómetros cuesta arriba pero que permitían correr bastante, hay que ver lo que corre la gente en estas carreras con respecto a hace un par de años. Ni un momento de respiro, paisajes espectaculares pero poco tiempos para verlos.
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| FOTO: Sandra Moreno |
Pasando el primer avituallamiento tomo por primera vez las sales que me habían dado en la Santa Cruz Extreme y no me pasan de la garganta, dulce y empalagosa, imposible de beber en carrera. Este fue el segundo error, al plantear la carrera como un entrenamiento hice probaturas y esta salió mal, más tarde me acabaría pasando factura. En esta parte de la carrera me junté a Pedro, que por cierto está finísimo, y fuimos casi toda la carrera juntos.
Descansito en el kilómetro 8, primero con un llano en el que inexplicablemente hay una baliza señalando una rama peligrosa que dentro lleva oculta ¿¡una piedra!? más peligrosa aún. El corredor de delante toca la baliza y viene con inercia hacia mi cabeza para impactarme en toda la frente (mala suerte 1), entre lo que dolió y lo inesperado del golpe me dejó un poco "sonao".
Posteriormente, pequeña bajada técnica que me demuestra que definitivamente he perdido toda la confianza descendiendo. Me relajo y dejo pasar unos cuantos corredores a la espera del muro que nos tiene que llevar a Los Moriscos (km 12). En esa subida cojo otra vez el pulso a la carrera, aún reservando de vez en cuando puedo pasar a algún corredor.
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| FOTO: Airam Lg |
Una vez arriba, empieza un largo y cómodo descenso por pistas de picón y pinocha hacia Fontanales (km 18). No me cebo por lo que al principio me pasa algún corredor, voy genial, no estoy forzando, los metros pasan rápido... hasta que rozo con algo en la espinilla y de repente me queman 7 u 8 puntos muy localizados en la pierna (mala suerte 2). Supongo que ha sido una ortiga, nunca me había pasado y cada vez escuece más. Paro a ver si tengo púas clavadas y no veo nada, pero al minuto tengo que volver a parar. Poco compañerismo montañero entre los que me pasaban, ni un mísero ¿estás bien?, hasta que pasa Pedro y se para a mi lado. Sigo la marcha con él mientras poco a poco el picor se va haciendo soportable, eso sí, me duraría hasta esa noche.
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| FOTO: Jose Fco. Santana |
Con el calentón aumento la velocidad y llego a Fontanales con las pulsaciones por las nubes, lo cual me mata en la primera mitad de la subida que nos estaba esperando. Pedro pasa delante y no hago por seguirle, bastante tengo con concentrarme en llegar arriba.
Coronada la subida y con la perspectiva de que aún queda un muro (casi literal) por escalar, relajo el ritmo para que no me pase lo mismo. Además empiezo a tener síntomas de deshidratación, a pesar del calor y del esfuerzo dejo de sudar y tengo algún escalofrío, mala señal. Es lo que tiene equivocarse con las sales, sólo pude probarlas y como iba en modo autosuficiencia casi no paré en los avituallamientos.
La última subida, corta en distancia pero larga en tiempo por su desnivel, la subo bastante tocado aunque la paso mejor que la gente que estaba a mi alrededor. Los últimos kilómetros llaneando y, posteriormente, descendiendo hasta la meta, me los tomo con muchísima tranquilidad. Teniendo en cuenta que no iba muy bien, el objetivo era llegar sin desgastarme en exceso, no valía la pena forzar a sabiendas de que esto es sólo el aperitivo de la verdadera batalla.
Pierdo cuatro o cinco posiciones hasta que toco el asfalto de la larga recta que desciende hacia meta, en ese momento veo por el rabillo del ojo que alguien viene detrás y me digo que no más. Voy acelerando pero el pesado de atrás sigue ahí, así que me meto un sofocón final que no venía a cuento por Montaña Alta. Entro en meta reventado y, para colmo, cuando paro veo que mi fiero rival era Alberto, compañero en muchas carreras y en alguna visita veraniega a Teror, sprint doblemente estúpido.
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| Acabando, con Alberto al acecho FOTO: Nacho Castellano |
Se acababan 3 horas y 20 minutos sufridas pero disfrutadas, entrando en meta en la posición 60 de 251 finishers. Última paliza antes de la Transvulcania, 26'5 kilómetros y 3560 metros de desnivel acumulado (1780 positivos) que ya están en las piernas.
Organizativamente todo muy bien llevado, ninguna queja. Bueno, excepto por el hecho de poner una piedra escondida en una baliza que casi me abre la cabeza :( A mí personalmente me gustaba más el recorrido de la primera edición, pero este sin duda es un gran recorrido, duro y divertido.
Si la carrera estuvo bien lo que vino después fue incluso mejor, nada como echar el rato con los compañeros del club (tremenda la actuación del equipo) y con los amigos que me iba encontrando por allí. Es increíble la vida que estas carreras dan a los pueblos, que se lo digan al dueño del molino de gofio que había cerca de meta... hizo su Agosto en Abril.
Ahora sólo queda cuidar las heridas de estos meses de entrenamiento. Las piernas ya hicieron su trabajo, toca preparar la cabeza.
Clasificación Entre Cortijos EC26
Clasificación Entre Cortijos EC15
Galerías de fotos Entre Cortijos (actualizado 29/04):
Nacho Castellano
Jose FCo Santana
C.D. Montaña Vergara
Cristina Reyes
Organización Entre Cortijos (Entradas en meta)
Club B-Sporty
Nathan Photography
Sandra Moreno
Mi carrera en Strava
Mi carrera en Garmin Connect
Enhorabuena! parece que lo accidentado de la carrera se compensa con los buenos ratos pasados con los compañeros. Ahora a descansar un poco, merecido tras tanto trabajo estos meses y a disfrutar de la Transvulcania! y eso sí, nada de hacer tonterías, a pararse en los avituallamientos ehhhhhh, jeje. Un besote y suerte
ResponderEliminarFelicidades Manuel! Otra muesca en la culata.La carrera te ha servido para corregir errores y como entreno de calidad. Ya queda menos para el gran día!.
ResponderEliminarManuel, no estoy tan fino, pocos días antes en Moya lo pasé fatal, aquí la verdad tuve suerte y me sentí muy bien, y además me ayudó engancharme a tu ritmo constante en la primera parte y no dejarme llevar por mi inercia de subir pegando hachazos :)
ResponderEliminarEl tema de la piedra en la baliza, yo que iba detrás tuyo puedo confirmar que sonó un fuerte crock! al golpearte la frente, menos mal que se quedó en un susto.
En todo caso muy buena carrera, enhorabuena y a disfrutar en La Palma!
Manuel!!!!!!, lo primero felicidades por la carrera y la sensación de buen trabajo, además veo que la has tomado como un banco de pruebas para el día T.
ResponderEliminarTen en cuenta que el día de la Transvulcania tendrás que aprovechar una parada para sacar la gorra, y llevar las sales que tengas probadas, el resto parece que lo tienes todo bajo control, incluso la defensa de hachazos.
Ahora a ir relajando que el trabajo ya lo tienes realizado, eso sí en el check-list pon revisar las pilas del frontal y comer antes de la salida (esos fueron dos de mis fallos mas clamorosos en el GTP).
¿Al final tienes previsto salir con bastones?
Los bastones ya están en la maleta Halfon.
ResponderEliminarLo de la gorra en la Transvulcania es otra cosa, en una ultra voy de romería y para muchísimo. Me apunto a fuego lo de comer antes de la carrera, uno sale nervioso y recuerdo que en la Transgrancanaria llevaba un plátano para antes de salir y olvidé tomarlo.
Por cierto mi frontal, un ledlenser, no lleva pilas ;)
Esa cerveza te tuvo que saber a gloria. Vas a ir a La Palma lleno de optimismo, así que esta carrera en realidad vale un potosí. Allí nos vemos¡
ResponderEliminarYa estas onfire, molt be noi. Fuerte equipo tengo...
ResponderEliminarPD: Vaya cuadriceps te gastas jodio!!!
Muy bieen a topeee¡ Ya queda un suspiro, ahora a preparar tu mente seguro que lo haces estupendamente.
ResponderEliminarEs admirable con el buen humor que te tomas las adversidades en las carreras, consigues mantener tu positividad.A mi me llega a pasar lo de la piedra, y la cojo y se la tiro al de delante! seguro que se hubiese sorprendido también, no? XD Por cierto, ya que veo que no soy el único que se ha percatado... se te están poniendo unas patorras, más anchas que los pinos por donde has corrido, como no vas a romper la elíptica!!!!
ResponderEliminarMe encanta tu página Manuel y leer tus crónicas, lo vives a tope. Eres un crack.
ResponderEliminar¡Desde luego en tus últimas carreras, estás un poquillo tocado de la mala pata!..jeje, esto te hará fuerte y todas estas adversidades si contrarrestarán con una gran carrera. Ánimo campeón
ResponderEliminarMuy bien, vas bien incluso cuando las cosas no salen bien, eso es de crack...enhorabuena!
ResponderEliminarFelicidades Manuel, a tope de confianza para La Palma.
ResponderEliminarEs cierto que el nivel de estas carreras cada vez es más alto, con la burbuja han aparecido un montón de galgos que no sabían que se les daba bien esto.
Genial Manuel, no hay como una buena carrera para subir la motivación. Ya está todo listo para la Transvulcania. Nos vemos allí...
ResponderEliminarYa estas a tope Manuel, pero eso de no parar en los avituallamientos esta muy mal, no? Bueno, muchísima suerte en La Palma, ya nos pondrás los dientes largos. Saludos
ResponderEliminarGracias Tomás!
ResponderEliminarIgual no se me ha entendido pero no paré en los avituallamientos porque llevaba todo lo necesario encima, líquidos y comida simulando en parte las condiciones de La Palma. El problema fue que las sales no las probé, pero también las llevaba, el camelback también iba lleno de agua.
Una cosa es que no parara en la mayoría de los avituallamientos y otro que no fuera hidratando/comiendo el problema es que hizo mucho calor y al final noté la falta de algún isotónico.