Sólo hay un despertar que me guste menos que aquel que
precede a un viaje de trabajo, es ese momento en el que abro lo ojos y soy
consciente de que en poco más de dos horas voy a correr un maratón. Siempre me
invade una sensación de desasosiego, quizás miedo, me imagino peleando contra
un crono que cada vez me exige más mientras el cansancio hace estragos, las
piernas duelen y el estómago se convierte en mi peor enemigo.
El primer impulso es quedarme en la cama, meter la cabeza
debajo de la almohada y dejar pasar el tiempo. Sólo recuerdo una ocasión en la que
no me pasara esto, supongo que todos saben cuál fue.
La sensación empeora cuando,
además, el maratón que toca correr es ese que siempre te ha hecho claudicar sin
misericordia alguna. Si para colmo el "yo presente" hace de las suyas
poco antes y te mete una presión en forma de marca que no era necesaria, aparecen reflexiones como esta...
Ese momento en el que piensas que correr un maratón no era tan buena idea...
— Manuel Robaina (@mrobaina) enero 26, 2014
Lo cierto es que todos estos pensamientos duran sólo un rato.
Desayunas, te vistes, pasas por el baño y, poco a poco, empiezas a recordar momentos
de gloria pasada y te imaginas un futuro próximo aún más emocionante. Es una
gloria barata, sin lustre de puertas afuera, basada únicamente en la superación
personal y que no soporta la mínima comparación externa sin quedar
empequeñecida. Pero es nuestra GLORIA, esa que tanto cuesta conseguir y, sobre
todo, que tanto cuesta CREER que vas a conseguir.
La mañana pintaba bien, el día amanecía totalmente nublado y
la ya tradicional quedada con el grupo de habituales (ya no es un grupito)
siempre me carga de energía. Esta vez me perdí la foto con la familia runner al
completo, mi hermano debutada en esto de las carreras y mientras le echaba una
mano con el dorsal y el chip los fotógrafos hicieron su trabajo. Por suerte
allí permanecían muchos de los que no corrían el 10km y han quedado inmortalizados
unos cuantos buenos recuerdos.
No saben lo orgulloso que estoy de formar parte de esta foto |
El previo fue un poco caótico, Marian no conseguía aparcar y
ni siquiera llegaría a ver la salida, no sabía a quién darle mis cosas, tuve
que hacer cola en el baño para completar una tarea que en ese momento era totalmente
imprescindible, no encontraba a nadie con agua y estaba totalmente seco.
Normalmente suelo ser muy precavido y controlo todos estos detalles pero esa mañana
la situación se me fue de la manos.
Con Carlos, Antonio y Sergio FOTO: Carlos Buey |
Ya en la salida, pequeños saltitos para calentar, búsqueda
de satélites para el GPS, localización de conocidos y... tres minutos antes de
dar la salida, pasamos de Mordor a Marina D'or (ciudad de vacaciones que no de
maratones). No recuerdo quien lo comentó antes de la carrera, pero hacer coincidir a Antonio y a mí en la salida de un
maratón es tentar demasiado a la suerte.
Mano a mano con Ángel y Rubén FOTO: Antonio José Rodríguez |
Arranco con Ángel y Rubén, compañeros del club de montaña.
Pocas bromas desde el principio, nos ponemos a ritmo de 4:30/km, un suicidio a
tenor de lo despejado del cielo. A los 4 kilómetros empiezo a perder contacto
con ellos y no me propongo forzar para seguirles, bajo un poco el ritmo pero hasta el kilómetro 9 seguiría marcando todos los parciales por debajo de 4:35. Buen
tramo para la estadística pero no me notaba nada suelto, normalmente salgo con
las piernas ligerísimas en todos mis maratones pero esta vez me estaba costando
y sabía que si las sensaciones seguían siendo las mismas durante mucho tiempo
iba a reventar antes de llegar a la media.
Mejor cara que piernas por Las Canteras FOTO: Iván Tejera |
Sin embargo, una vez pasada la Playa de Las Canteras (km 11),
llegan por fin las buenas sensaciones. La segunda mitad de la primera vuelta
fue sin duda el tramo que más disfruté. Muchos corredores, algo de público y
ese falso convencimiento de que podría correr a ese ritmo unas cuantas horas.
Se acaba el primer paso por la playa FOTO: Quique Lang-Lenton |
No era el "flow" pero estaba muy cerca, avanzaba a
buen ritmo (nunca por encima de 4:40/km) sin tener la sensación de estar
hipotecando la segunda vuelta. Las vibraciones que me transmitían los factores
externos eran diferentes, el sol empezaba a pegar fuerte y sabía que la solitaria segunda media iba a ser durísima.
FOTO: Carlos Buey |
Supero la media algo por debajo de 1:38, otro día y en otro lugar
hubiera sido un buen paso para ir a por el 3:20 pero esa mañana estaba casi
convencido de que no iba a bastar. De todos modos, habíamos dicho 3:20 o
muerte, así que apreté los dientes y
seguí empujando cual polilla dirigiéndose a la luz que la va a chamuscar.
El inicio de la segunda vuelta fue el de siempre, soledad,
viento de cara por la Avenida y el Puerto, sol quemando la piel... el sueño de
todo maratoniano masoquista.
Aun así aguanté el tirón más que nunca, justo hasta el
momento en que pasé por el cartel del kilómetro 32 y me di cuenta de que a
pesar del esfuerzo sólo tenía dos minutos de margen. Aquí vino el primer
bajón, el psicológico, en ese momento no me vi capaz de alcanzar el reto que me
había propuesto. Para GANAR hay que CREER, sobre todo si el físico ya está en
proceso de aniquilación.
Enero en Gran Canaria, no hacen falta más explicaciones FOTO: Quique Lang-Lenton |
Aguanté un par de kilómetros más sin echar pie a tierra, pero
a partir del 34 pasó lo de siempre en este maratón, primeras náuseas y necesidad de
ponerme a caminar para no vomitar.
Km 32 - Se acaba la gasolina FOTO: Jose Manuel Rodríguez |
En mi opinión, en un maratón que se disputa bajo estas
condiciones es un error, y sobre todo una irresponsabilidad, poner un
avituallamiento cada 5 kilómetros (6 entre el kilómetro 20 y el siguiente
avituallamiento), ya no digamos si hay algunos puestos que se quedan sin agua.
Ahora el que quiera que me llame pijo como le ha pasado a Pancho, con mi salud
no se juega, que cada cual piense lo que quiera.
FOTO: Pedro Sugar |
A partir de este momento me fui hundiendo pero peleé como no
lo había hecho en ediciones anteriores, aproximadamente cada 800 metros me
ponía a andar pero siempre controlando el parcial del kilómetro. Sólo caminaba
lo justo para cortar la sensación de que podía vomitar y salir con más fuerza.
Prohibido ver el número 6 en el minutero, esos últimos kilómetros salieron
entre 5:19 y 5:39, parciales muy discretos pero que sabiendo cómo iba me
parecen tremendos, de hecho, en carrera pensé que se me había ido un poco más
el tiempo.
Justo en el momento de echarme el agua de las palanganas por la cabeza FOTO: Fran González |
Lo mejor de este tramo final fue sin duda el paso por contrameta a falta de 4 kilómetros, familia, conocidos y, por fin, PÚBLICO. Destacar a los empleados de la empresa Canaragua que animaban sin cesar y hacían el pasillo a los maratonianos ¡muchas gracias! Antes de entrar en ese tramo paro en un puesto de esponjas y me echo agua por encima con las manos, la cabeza estaba a 200 grados y mi primer impulso fue tirarme la palangana entera pero vi que no les quedaba agua para reponer y me contuve.
Últimos 4 kilómetros, roto pero contento FOTO: César de Francisco |
Se me escapan un par de "¡VAAAMMMOOOOSSS!" entre el
jolgorio de la gente que estaba en la calle y me autoconvenzo de que esos
últimos kilómetros no podrán conmigo ¡Qué duros fueron!... pero que cerca se veía la meta, un último
esfuerzo y me presento en la recta de final.
Un día muy muy duro FOTO: Jose Antonio González |
Ya eres mía FOTO: Jose Antonio González |
Allí estaba otra vez la gloria, la mía, la que había
imaginado esa mañana, esa que me he vuelto a ganar, esa que quizás no sea real
y sólo esté en mi cabeza. Oigo mi nombre muchas veces pudiendo poner cara a
pocos de esos gritos. Ya sé que me repito de crónica en crónica pero... ACABAR
UN MARATÓN ES COJONUDO. Da igual lo bonita o fea que sea la carrera, lo bien o
mal organizada que esté, el tiempo final... durante unos efímeros instantes que
parecen minutos, no hay dolor, no hay penas, sólo GLORIA.
Esta vez esa gloría la compartí con otro corredor con el que
tuve una pequeña guerra final pero eso lo dejo para otro episodio con vídeo incluido.
FOTO: Jose Antonio González |
No conseguí el objetivo del sub 3:20, tengo claro cómo llegué al maratón y no tengo nada que echarme en cara. Eso sí, aún tengo una cuenta pendiente con esta carrera, ahora sé que puedo pelear contra ella, CREER ya no es un problema.
Tiempo final 3:25:31, puesto 127 (126 en tiempo neto) de 616 finishers y 28 de 97 en mi categoría. Mi tercer maratón más rápido de siempre y la mejor marca en casa por 13 minutos, quiero más pero estoy contento.
Han caído nueve maratones y lejos de cansarme cada vez tengo
más ganas de preparar el siguiente. Es lo que tiene la GLORIA, te convierte en
un adicto. Los que nunca podemos ganar, esos que salimos a correr sabiendo que
los trofeos que vemos en la salida no volverán a casa con nosotros, tenemos un lugar
que mide 195 metros y dura una
eternidad... yo voy a intentar volver a él tantas veces como pueda.
NOTA 1: No, no he hablado sobre la organización, eso tocará
otro día. Sólo me apetecía escribir sobre esto, no hay nada que empañe lo
que siento cuando corro un maratón.
NOTA 2: De nuevo gracias a todos los que me animaron en
carrera, no hay palabras.
Galerías de fotos (Actualizado 03/03):
Disfrutar corriendo
Club Makani Canarias
Roberto Ramírez
Lorena Komekun
CorriendoVoy.com
Federación Canaria de Atletismo (Albúm 1, Albúm 2)
Unión Atlética Vecindario Agüimes- U.A.V.A. (10km)
Antonio José Rodríguez
María José Pérez (parte 1, parte 2)
Sport4u.es (10km, media y maratón)
HobyAthletes.com
Canarias7
La Provincia
Arucas Digital
Pedro Sugar
Pedro Villarrubia
Mi carrera en Strava
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Enhorabuena Manuel, por esa fantastica lucha y esa Gloria de nuevo conseguida.
ResponderEliminarQué fantastica frase: "tenemos un lugar que mide 195 metros y dura una eternidad... yo voy a intentar volver a él tantas veces como pueda."
Tu crónica se ha hecho esperar pero te ha quedado cojonuda!...Felicidades también por ese Marcón!
ResponderEliminarUn abrazo!!!...y cuando quieras unirte a mi Clan de Runners Pijas Pijísimas ya sabes :-)
Enhorabuena Manuel. A falta de poco más de dos semanas de correr mi primera Maratón, leer una crónica como la tuya hace que se me pongan los pelos de punta (una mezcla de emoción, miedo, ilusión...) así que gracias por la crónica.
ResponderEliminarEspero poder vivir pronto la gloria de esos 195 metros de los que nunca nos llevaremos los grandes trofeos a casa.
Sobre tiempos, ritmos y aguante no te puedo decir nada. Eso sí, creo que correr una maratón en 3h25 es un tiempazo. Enhorabuena!!!
Un abrazo.
El cambio a partir del NY ha sido radical. Se nota hasta en la escritura.
ResponderEliminarEnhorabuena, lo tienes todo controlado, te ví llegar a meta y me puse a chillar como una loca jajaja te ví fuerte y entero, me alegro mucho a por la siguiente Saludoooooooos
ResponderEliminarLa épica de la maratón. Se me están quitando las ganas de correr GCMaratón, desgasta demasiado y devuelve muy poco. Buena carrera.
ResponderEliminarGran crónica! A la altura del esfuerzo :)
ResponderEliminar20 grados con la humedad relativa tan alta que debe haber habido al correrse este Maratón en la isla, hicieron un reto muy pero muy difícil este Maratón GC.
ResponderEliminarTu tiempo de 3:25 es para estar orgulloso, por las condiciones en las que se corrió.
Felicidades
www.cronicasmaratonytriatlon.blogspot.com
Enhorabuena por esa gran marca Manuel, por poner algún pero creo que empezaste demasiado rápido para ese sub 3.20, el maratón pasa factura, siempre hay que guardar un poco al principio. Un saludo.
ResponderEliminarEsperaba esta crónica y me gustó. Muy graciosa la metáfora de la polilla. Estoy seguro de que con la experiencia de esta maratón (que no era el mejor día para hacer 42 km) y alguna más, ya caerá tu mejor marca y mejores sensaciones. ¿Nos vemos este domingo en Arucas?
ResponderEliminarCon tanto viaje prefiero descansar un poco el fin de semana y estar con la familia ¡Mucha suerte en Arucas!
ResponderEliminarEnhorabuena Manuel!! La crónica genial, como siempre. Demasiado bien para la paliza que te diste viajando al semana de antes, sí, esa en la que dicen que hay que descansar.
ResponderEliminarSabes ya dónde será la aclamada décima o está por decidir?
El proyecto está en marcha pero aún no está cerrado ;)
ResponderEliminarAhora sí, ¡Enhorabuena Manuel! ¡Qué crónica tan buena!, has resumido perfectamente esos últimos metros, sólo por esos 195m sufrimos los 42km anteriores, porque en mi caso fue así también, me olvidé de todo lo sufrido en esa carrera y era el tío más feliz del mundo recorriendo esos últimos metros ...... por eso queremos repetir :)
ResponderEliminarBufff que miedo me da si algún día sufro de esa manera en un maratón. Enhorabuena por esa pedazo de marca aún con todo. Le empataste esta vez al maratón de casa, la próxima le ganarás :-)
ResponderEliminarQue buena entrada Manuel, le echaste mucho valor a esa maratón tan dura. Estoy deseando leer ese pique del final con el otro corredor.
ResponderEliminarYa lo dices, has aprendido a pelear con esta Maratón, y no debe ser nada fácil. Felicidades.
ResponderEliminarAúpa Manuel¡¡¡
ResponderEliminarBonita y emotiva entrada. Me gusta especialmente que te hayas centrado en la carrera, en tu carrera y en tus sentimientos. Coincido contigo en que las maratones ya pueden ser, bonitas, feas, bien/mal organizadas, al final la sensación que nos produce cruzar la línea de meta, esa sensación, solo nosotros sabemos que se siente.....
Te iba a decir que discrepaba en lo del ""despertar"", pero claro viendo tu experiencia con la carrera, no me extraña que la tengas un poco de ""yuyu"", para mi ese despertar es uno de los más esperados del año¡¡¡
Enhorabuena de nuevo 3:25, con esas condiciones, sabes de sobra que son sub 3:20 en un día normal
Creo que debes de estar super orgulloso, porque hacer 3´25´´ en las condiciones meteorológicas que os encontrasteis es de mérito.
ResponderEliminarLo curioso es lo de tus vómitos, eso deberías de mirarlo.
Me imagino que hubo un pique en tus últimos kilómetros de gloria, pero bueno, hubo gloria.
Me estoy planteando correrla en la 2015 como preparación de la ultra.
salu2
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarMuchas felicidades Leo!eso sí, un consejo para lo de "los vómitos"...VOMITA JODER!!!!!! Si tienes ganas de hacerlo,no me seas nenaza y vomita coño!!Hacerlo no es tan malo como te crees, en pruebas como el marathon, el vómito es una rutina y muchas veces, es necesario hacerlo para sacar el líquido. Si no has vomitado nunca,no puedes saber si te sentará bien o mal. En mi época de marcador,mis últimos años,la táctica era la de ver cuántos kms podía hacer hasta q tuviera q vomitar,pq a partir de ahí, era capaz de ir mucho más rápido. No temas vomitar, puede q sea lo q necesites hacer justamente en ese momento
ResponderEliminarenhorabuena manuel,otro a la zaca.
ResponderEliminar"Es una gloria barata, sin lustre de puertas afuera, basada únicamente en la superación personal y que no soporta la mínima comparación externa sin quedar empequeñecida. Pero es nuestra GLORIA, esa que tanto cuesta conseguir y, sobre todo, que tanto cuesta CREER que vas a conseguir"
ResponderEliminar¡Qué buena frase! solo por ella merece la pena la crónica
Felicidades otra vez
Eres el auténtico triunfador de la fería de ese "cacao maravillao" que fue esa maratón. Deberían sacarte en andas por la isla
ResponderEliminarEnhorabuena
Que buena la entrada Manuel, me has vuelto a recordar la carrera metro a metro. Sabes? quede un poco defraudado por no haber podido cumplir mi objetivo, pero con el paso de los días creo que acabarla ya fue heroico. Un abrazo.
ResponderEliminarManuel mucho has tardado, pero queda plenamente justificado por la frase final, es redonda y lo resume todo.
ResponderEliminarYa eres creyente y por lo tanto el sub 3:20 ya lo tienes mas a tiro.
Lo de las sensaciones es normal, te has tirado al monte y las piernas ya son otras, ahora parecen mas pesadas pero según pasan los kilómetros cada vez funcionan mejor.
Cuando publiqué la foto en Facebook, no estaba equivocado jejeje a pesar de que no hicieras la marca que pretendías, se te nota más fuerte, ya te lo dicen por aquí. Será que en NY ha nacido un nuevo Robaina?
ResponderEliminaruna crónica estupenda!
¡Sensaciona!,mis felicitaciones por esa gran carrera y como supistes controlarla.Está claro que llegarás a ese sub-20 en poco tiempo,cuidate, un abrazo
ResponderEliminar"Los que nunca podemos ganar, esos que salimos a correr sabiendo que los trofeos que vemos en la salida no volverán a casa con nosotros, tenemos un lugar que mide 195 metros y dura una eternidad... yo voy a intentar volver a él tantas veces como pueda."
ResponderEliminarBuena crónica , pero esta parte que he puesto me ha parecido genial . Felicidades por el tiempazo y por la crónica.
Enhorabuena! Has salido triunfador en una lucha contra ti mismo y eso te da ese estado de euforia que describes. Los trofeos materiales serán para otros pero los de espíritu no nos lo quita nadie!
ResponderEliminarSeñor Robaina, he tardado en leer su crónica casi tanto como usted en escribirla, felicidades. Y sí, acabar un Maratón ¡¡ES COJONUDO!!
ResponderEliminarUn abrazo, Klass.
Se me había escapado esta crónica. Ya lo decías en su momento, o marca o muerte, y bueno, te ha salido algo a medias. Que te voy a contar que no sepas, pero el calor en la segunda vuelva fue demoledor y pese a todo te sobrepusiste y te salió una buena carrera, así que, enhorabuena.
ResponderEliminarAl final quedó un grandísimo fin de semana y pasadas las semanas uno solo se queda con lo bueno, así que, hasta la próxima...