New York City Marathon (13/16): NY desconectado

Esta semana he estado mucho más pendiente de una cuestión de salud que me tenía preocupado que por la carrera. De hecho tenía algo de incertidumbre en relación con mi participación en la misma o sobre sí podría viajar.

Parece que al final no va a haber problemas y, como casi siempre ocurre, es mucho menos importante de lo que uno piensa, pero lo cierto es que me tenía agobiado. Así que, aunque aún estoy algo despistado, espero volver a enchufarme estos días.

La semana no empezó del todo mal, sesión de series 10x400, con un poco de fiebre (que nada tiene que ver con lo que comentaba antes) pero en la que fui a buen ritmo para lo cascado de piernas que estaba. Empecé fuerte, después me fui viniendo un poco abajo tratando de conservar, y en los últimos intervalos volví a mejorar los tiempos.

Para el jueves ya estaba con la cabeza en otras cosas, pero gracias a que Marian me recordó que salir a correr me iría bien pude cumplir el entrenamiento. No me preocupé de ritmos sino de completar los 13 kilómetros que tocaban. Pasó lo que suele ocurrir en estos casos, salí sin ganas, poco a poco me fui metiendo en el entrenamiento y conseguí hacer la última parte a buen ritmo.

El domingo tocaba el gran test y, con mucha más disciplina que ganas, realicé toda mi liturgia premaratón para probarme. De salida ya tenía decidido no machacarme con el ritmo, para hacer 32 kilómetros hay que salir convencido y con ganas de sufrir un poco, y yo no cumplía ninguna de las condiciones, por lo que tenía claro que no forzaría y avanzaría hasta que la cabeza dijera basta.

Los primeros kilómetros fueron una lucha continua pensando en volverme, en acortar la tirada, en caminar... pero el mejor antídoto contra los malos pensamientos es ponerse como objetivo la siguiente zancada, y luego la siguiente, y luego.... Los kilómetros fueron pasando convirtiendo el cansancio en mi aliado hasta que me convencí de que iba a completar la tirada.

Terminé con bastantes fuerzas y seguro de que si corrí durante más de dos horas y media sin querer hacerlo debo estar en buena forma. El test de zapatillas que comentaba hace unos días también salió bien, un dedo un poquito más machacado de lo normal pero me voy a NY con "las rubias" y dentro de ellas llevaré mis plantillas.

Kilometraje semanal: 57,44 km

• L:      Elíptica (1 hora)
• M:     15' (5:05/km) + 10x400 (entre 3:36/km y 3:55/km) Rec: 400m trote + 10' (5:17/km) + est.
• X:      Elíptica (1 hora) + pesas + abdominales + lumbares
• J:       13 km (4:43/km) + est.
• D:      32km (4:55/km) + est.

Por fin llegó el tapering, aunque la primera semana nunca lo noto demasiado, los 32 kilómetros del domingo anterior los arrastras unos cuantos días y sigues entrenando con las piernas cansadas.

De todos modos ya sé como funciona mi cuerpo después de tantos maratones y esa sensación es normal. De hecho, el único día que noto una ligereza de piernas fuera de lo habitual es el de la carrera, para eso entrenamos, esperemos que vuelva a ser así.