"Descansando" en NY

Llega la segunda noche en NY y como esperaba estoy molido, los dos días lo hemos pasado muy bien pero se han hecho larguísimos.

Comenzamos el viaje tocando diana a las 4:15 de la madrugada, vuelo a Madrid y, tras correr por Barajas para llegar a la puerta de embarque del vuelo a NY, otro paseo aéreo de más de ocho horas.

El vuelo mucho mejor de lo esperado, ningún retraso y sorprendentemente cómodos. El problema vino al final, a Marian debieron confundirla con una narco y estuvimos más de una hora esperando a que se dignaran a devolverle el pasaporte mientras, de cuando en cuando, le hacían preguntas que parecían pensadas por el Inspector Clouseau. Gracias a eso se nos complicó la tarde y llegamos a nuestro apartamento más tarde de lo que pensábamos.

Aún así, llegué, me puse la ropa de faena y salí a hacer mi primer entrenamiento por la ciudad. La verdad es que estuvo entretenido, de noche, en un parque desierto y con poca iluminación. Parecía el típico principio de un episodio de C.S.I. donde la única duda es si el runner se encontrará al muerto o si por contra será él mismo la victima. Por suerte cayeron 15 minutos (casi todos ellos sin GPS), un 7x400 y una cuesta descomunal que tengo antes de llegar al apartamento, parece que fui más rápido que el asesino.

Hoy nos fuimos a un "mall" y nos invadió el espiritu cutre (en nuestro caso íbamos a un outlet) de Carrie Bradshaw. Como resultado, asalto a la banca y carreras para llegar a tiempo al Rockefeller Center para ver Manhattan iluminado desde su piso 67.

Ya de vuelta a casa me encontré algo que me recordó por qué estoy aqui.

El viernes empezaremos a bajar el ritmo de "turisteo", a ver si es verdad porque si no voy a arrastrarme el próximo domingo.