El runner de la corbata

Cuando estaba inmerso en la infernal vorágine de trabajo de hace unos meses en Barcelona, mucha gente me preguntó en qué trabajaba y Gonzalo llegó a sugerir que hiciera una entrada sobre ello. Lo cierto es que por aquel entonces no me apetecía lo más mínimo escribir sobre trabajo, bastante tenía con estar tooodooo el día pensando en él.

Cuando tienes blog la persona se convierte un poco en personaje, por un lado eres el personaje que quieres ser, pero por otro muestras una imagen un poco sesgada de ti mismo. Seguro que muchos piensan que siempre voy en pantalón corto :) Así que hoy voy a completar un poco el cuadro.

Alguna vez he comentado de refilón que soy consultor SAP, pero no he ido mucho más allá porque tampoco es el objetivo del blog. Supongo que decir esto y no decir nada es lo mismo, en un curso de una consultora en la que trabajé hace años, nos preguntaron quien tenía unos padres que entendieran lo que hacíamos en nuestro trabajo... nadie levantó la mano.

A groso modo y sin ser riguroso, SAP es un conjunto inmenso de aplicaciones informáticas para la gestión empresarial (finanzas, logística, recursos humanos, gestión de clientes...). Mas allá de la utilización diaria de los datos, esa información hay que tratarla de alguna manera para que a nivel macro nos ayude a tomar decisiones desde un punto de vista estratégico. En ese segundo nivel de aplicaciones (SAP BI - Business Intelligence) es en el que me muevo yo.

Dentro de ese área participo en todo tipo de proyectos, pero hay una especialidad aún más particular que trata la automatización del proceso de Consolidación de Estados Financieros de grupos empresariales, que es precisamente sobre la que estaba trabajando antes del verano en Barcelona. Es un nicho en el que somos pocos los que trabajamos, por un lado requiere conocimientos técnicos pero sobre todo mucho conocimiento teórico para que el usuario experto te tome en serio y, por otro, suelen ser proyectos durillos. Así que es una buena tarea para ganarse bien la vida pero puedes pasar épocas bastante fastidiadas.

Trabajo como freelance, o sea, voy de cliente en cliente realizando proyectos. Esto supone que cuando una consultora te llama suele ser porque en plantilla no tienen recursos libres para ese proyecto o no hay ese conocimiento en la empresa. Esto suelen hacerlo cuando el tiempo se les está echando encima, por lo que normalmente vas de apagafuegos y te comes unos buenos marrones, gajes del oficio.

Típicas vacaciones y fines de semana de un autónomo

Muchas veces me preguntan cómo consigo los proyectos, la fórmula es fácil, ser visible en webs de empleo y redes sociales profesionales (como LinkedIn) y, sobretodo, hacerlo bien en los proyectos. Nada funciona como el boca a boca, cuanta más gente te conoce y tiene una buena opinión de ti, más habitual será que te vuelvan a contratar o que te recomienden cuando les pregunten por un recurso con tu perfil. Ir por tu cuenta añade un plus de presión cada vez que haces un proyecto porque no quieres dejar chapuzas por el camino, este mundo es más pequeño de lo que parece y todo el mundo se conoce con pocos grados de separación.

En esto también ha afectado la crisis, ya no es tan fácil negociar, ni el que te contrata está tan desesperado como antes, además la inversión en Canarias en este tipo de proyectos siempre ha sido pequeña pero ahora mismo es casi nula. En mi caso, lo que realmente me limita en este momento es que, después de mucho tiempo viajando, intento trabajar en remoto desde Gran Canaria. Ya no hay ganas de dejar a Marian y al enano en casa todas las semanas. Así que procuro elegir proyectos que me permitan trabajar a distancia y sólo emigro si es una oportunidad profesional muy interesante o no queda más remedio.

Bueno, pues más o menos esto es lo que hago desde hace once años, los últimos siete de manera independiente. Lo que haces es parte de lo que eres, así que supongo que ahora me conocen un poco mejor.

Hace un tiempo pensé abrir un blog paralelo sobre mi actividad profesional, pero no me acabo de decidir, es un mundo más hermético en el que tampoco puedes decir siempre dónde ni para quién trabajas. De hecho, muchas veces ni puedes decir al cliente que eres autónomo porque piensan que estás en plantilla de la consultora que te subcontrata.

Siento el ladrillo pero así la próxima vez que un runner me pregunte en qué trabajo sólo tendré que dirigirle a esta entrada ;)

Mañana les cuento dónde voy a entrenar la próxima semana, habrá cambio de aires.

NOTA: Si me quieren contratar pueden hacerlo a través del formulario de Contacto del blog ;)