Crónica III Trail Villa de Teror

No es buen presagio antes de una carrera quedarse dormido y casi perderse la salida. Parece que este año tengo una maldición con la puntualidad en las carreras que se dirigen o salen de Teror. Desayuno rápido, paso fallido por el baño y carrerita mañanera para llegar al punto en el que cogía el transporte público que me llevaba a la salida, por lo menos ya llegué espabilado a Teror.

Al llegar, primera buena noticia, hay una suave neblina y no parece que al menos al inicio de la carrera el sol vaya a darnos fuerte. Se da la salida y ya de entrada se ve el nivel que se presumía al hojear la lista de inscritos. Además salimos con la gente de la carrera de 12km que aún tiene más prisa que nosotros.

Gran marco para arrancar un carrera
FOTO: Román Aguiar

Los primeros kilómetros son un continuo rompepiernas que pica hacia arriba, decido ir a buen a ritmo y ver hasta donde aguanta la gasolina. Me cuesta no ponerme a caminar y relajar las piernas en algunos puntos pero en la mayoría de las cuestas resisto la tentación.

Entrando en Osorio
FOTO: Caja de Colores

Entre los kilómetros 4 y 8 se mantienen los toboganes pero ya no ganamos mucha altura, hay que correr rápido para que no te pasen el resto de corredores por encima. Buenas pistas para correr, me voy relajando un poco cuando veo que en un tramo cuesta abajo la gente que viene detrás me come terreno, toca meter una segunda marcha. La verdad es que estos primero 8 kilómetros se pasaron literalmente volando, fueron muy muy divertidos.

FOTO: Roberto Ramírez

A partir de aquí venía el tramo más duro de la carrera, la subida al Pico de Osorio, 1400 metros al 20% de desnivel medio, con tramos por encima del 40% y terreno deslizante, algo parecido en pequeña escala a la contrarreloj vertical del año pasado. Un chico que iba con bastones, y por tanto con bastante mejor agarre, me pidió paso y le tuve que decir que me pararía cuando viera que no me iba a ir resbalando hacia abajo. Sin duda la parte más dura de la carrera, pero más o menos todos íbamos igual y creo que incluso me sirvió para sacar ventaja al grupo que venía por detrás.

Una vez coronado el pico, bajada por una pista de tierra roja en la que tuve que dejar ir al chico que iba delante de mí porque el polvo que se levantaba no me dejaba ver nada de cintura para abajo. No es cuestión de ir a NY escayolado así que preferí asegurar donde metía la pierna.

Fotón a punto de descarrilar
FOTO: Juan Sosa

Pasada la bajada nos metemos en una zona preciosa donde estamos encajados entre rocas y cubiertos por las ramas de los árboles. El problema es que tengo miopía y astigmatismo, así que al pasar de la luz a la penumbra veo fatal y me tengo que parar a esperar al siguiente corredor porque no localizo bien las balizas y voy dudando todo el rato.

Poco después entramos en ¡un hipódromo! No tenía ni la menor idea de su existencia, damos una vuelta por el mismo para llegar al segundo avituallamiento. A estas alturas ya iba reservando un poco, la verdad es que en la montaña soy mucho menos ambicioso que en el asfalto. Sin el objetivo de batir una marca prefiero mantenerme a unas pulsaciones que me lleven cómodo en zona aeróbica y nunca tiro al límite. Supongo que por esto me gusta intercalar la montaña entre maratones, es perfecta para desestresar.

En la última bajada larga pierdo un par de posiciones pero iba muy a gusto a mi ritmo, disfrutando por primera vez en bastante tiempo de una carrera.

FOTO: Juan Sosa

Al llegar a los repechos finales recupero esas plazas e incluso alguna más. Ya en el tramo de asfalto de entrada al pueblo veo que no viene nadie detrás y me dejo llevar por el terreno favorable. El único contratiempo de la carrera lo tuve justo antes de entrar en la recta de meta, me quito gorra, coloco dorsal y se me cae el agarre de mano para la botella. Últimamente no hay carrera en la que no tenga que correr hacía atrás a pocos metros de la llegada.

Llego a meta en 2:10:51, más entero que nunca después de los tranquilos kilómetros finales y con ganas de más. Puesto 56 de 134 finishers, 55 de 124 en categoría masculina y 23 de 46 en mi categoría de edad. La verdad es que para la carrera que hice pensaba que estaría en un percentil más alto, como dije al principio había mucho nivel. De todos modos, teniendo en cuenta que hace meses que no entreno para este tipo de carreras, no está nada mal.

Más que contento

No hay queja con la organización, aunque al terminar me pareció extraño que no se hiciera control de dorsales en algunos puntos del recorrido siendo este tan revirado, al parecer más de uno aprovechó esta laguna organizativa para acortar la carrera. A mí me da bastante igual, estoy contento y sobre todo orgulloso de mi carrera, realmente lo estoy de todas mis carreras más allá de mi clasificación, no creo que quienes buscan subir un par de puestos como sea puedan decirlo.

Con compañeros del club
FOTO: Aluminios Carphial Teror

Objetivos cumplidos al 100%, entrenamiento de fuerza genial en el que se pudo rodar más rápido de lo que pensaba, ninguna molestia ni cansancio excesivo que me impida entrenar con normalidad esta semana y, sobre todo, me quito el mal sabor de boca de las últimas carreras.

A partir de ahora se acabó la montaña hasta noviembre, toca quemar todo el asfalto que haya entre Gran Canaria y NY.

Galerías de fotos III Trail Villa de Teror (Actualizado 10/09)
          Roberto Ramírez
          Jose Antonio Quintana
          Mario Marrero
          Juan Sosa
          Caja de Colores (salida, escalera1, escalera2, Aserradero, Moral)
          CARUCAT - Antonio Rojas
          CARUCAT - Nuria
          José Domingo García

Clasificación III Trail Villa de Teror 21km
Clasificación III Trail Villa de Teror 12km

Track III Trail Villa de Teror en Garmin Connect
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