Si hay una entrada que puede considerarse como el best-seller de este blog, es la que hace más de dos años titulé "Correr tres días a la semana". Además de ser la segunda más leída desde que abrió el blog, me sirve para explicar por qué hago tiradas tan largas, sólo salgo a correr tres veces a la semana y bla, bla, bla...
El momento de reavivar la polémica se acerca, en pocos semanas ya estaré haciendo mis clásicas supertiradas, más de uno me dirá que es una burrada, y yo responderé con el enlace a esa entrada, el cual no me da la razón (creo que nadie la tiene en estos casos), pero por lo menos explica por qué lo hago.
Hoy se me ha ocurrido hacer una entrada similar con mi experiencia de los últimos dos meses, donde el trabajo y los viajes me han obligado a correr como máximo dos veces a la semana. Más que explicar lo que he hecho, poco hay que contar, comentaré los efectos de esa etapa de "entrenamiento".
La entrada tiene trampa porque realmente no he hecho un plan de dos días a la semana, sino que he corrido cuando he podido, no he complementado la carrera con entrenamiento cruzado y ni siquiera he descansado lo mínimo exigible para hacer una actividad física. Si a esto añadimos que muchas veces tenía que juntar los dos días, corriendo viernes y domingo, o sábado y domingo, es evidente que no fue un buen no-plan.
Lo primero que he notado es que la pérdida de forma ha sido muy parecida a haber dejado de correr. Cada nuevo entrenamiento la respiración empeoraba, las pulsaciones se aceleraban y muscularmente cada vez estaba más flojo. El tema muscular me ha sorprendido, no sé si pudo estar influenciado por la tensión del trabajo y los contínuos vuelos de más de tres horas.
Otra de las cosas que he observado es que cuando corría dos días seguidos, el segundo de ellos me encontraba bastante mejor. Activar la musculatura el día anterior parece que ayudaba a que el segundo de los entrenamientos fuera más llevadero.
Sobre entrenamientos de calidad ni hablamos, las sensaciones eran tan malas que sólo pensar en acelerar el ritmo me daba ganas de parar.
Lo más increíble fue ver como una minitirada de 15km en asfalto daba como resultado unas agujetas que me duraron 4 días. En mis últimos maratones prácticamente no he tenido agujetas, así que el tremendo dolor muscular después de un entrenamiento tan sencillo me pilló por sorpresa.
Es posible que haya algún plan serio de dos días a la semanas (de mantenimiento físico, no creo que dé para más) pero me parece a mí que el milagro de correr rápido y entrenar casi nada es una quimera... por lo menos para trotones como yo.
El momento de reavivar la polémica se acerca, en pocos semanas ya estaré haciendo mis clásicas supertiradas, más de uno me dirá que es una burrada, y yo responderé con el enlace a esa entrada, el cual no me da la razón (creo que nadie la tiene en estos casos), pero por lo menos explica por qué lo hago.
Hoy se me ha ocurrido hacer una entrada similar con mi experiencia de los últimos dos meses, donde el trabajo y los viajes me han obligado a correr como máximo dos veces a la semana. Más que explicar lo que he hecho, poco hay que contar, comentaré los efectos de esa etapa de "entrenamiento".
La entrada tiene trampa porque realmente no he hecho un plan de dos días a la semana, sino que he corrido cuando he podido, no he complementado la carrera con entrenamiento cruzado y ni siquiera he descansado lo mínimo exigible para hacer una actividad física. Si a esto añadimos que muchas veces tenía que juntar los dos días, corriendo viernes y domingo, o sábado y domingo, es evidente que no fue un buen no-plan.
Lo primero que he notado es que la pérdida de forma ha sido muy parecida a haber dejado de correr. Cada nuevo entrenamiento la respiración empeoraba, las pulsaciones se aceleraban y muscularmente cada vez estaba más flojo. El tema muscular me ha sorprendido, no sé si pudo estar influenciado por la tensión del trabajo y los contínuos vuelos de más de tres horas.
Otra de las cosas que he observado es que cuando corría dos días seguidos, el segundo de ellos me encontraba bastante mejor. Activar la musculatura el día anterior parece que ayudaba a que el segundo de los entrenamientos fuera más llevadero.
Sobre entrenamientos de calidad ni hablamos, las sensaciones eran tan malas que sólo pensar en acelerar el ritmo me daba ganas de parar.
Lo más increíble fue ver como una minitirada de 15km en asfalto daba como resultado unas agujetas que me duraron 4 días. En mis últimos maratones prácticamente no he tenido agujetas, así que el tremendo dolor muscular después de un entrenamiento tan sencillo me pilló por sorpresa.
Es posible que haya algún plan serio de dos días a la semanas (de mantenimiento físico, no creo que dé para más) pero me parece a mí que el milagro de correr rápido y entrenar casi nada es una quimera... por lo menos para trotones como yo.
Al poco entrenamiento hay que sumar el cansancio acumulado por curro, viajes... No te comas la cabeza en rachas asi se hace lo que se puede.
ResponderEliminarHacemos lo que podemos con el tiempo que tenemos con las circunstancias que tenemos. A mí entre semana no me importa sacrificar algún día, pero los fines de semana son sagrados.
ResponderEliminarPara entenderlo hay que aplicar los principios básicos de fisiología humana. Partimos de un estado X y con un proceso de entreno-descanso-entreno llevamos la forma física a un nivel superior mediante un proceso de estrés y supercompensación. Cuando esta cadena se rompe, volvemos rápidamente al nivel X anterior, el cuerpo es sabio.
ResponderEliminarEn tu caso se ha juntado el correr poco que no ha podido generar el estrés necesario en el cuerpo, más el cansancio de los largos días de trabajo.
Creo que yo voy a hacer otra entrada de correr tres días en tres meses después de un maratón...hay veces que necesitamos días de 30 horas para poder llegar a todo y lamentablemente sacrificamos siempre los entrenos...
ResponderEliminares evidente que si pierde forma, aunque entrenando dos o tres días no tendría por que ser así, yo lo que si noto es que me afecta más en el rendimiento la falta de descanso que la falta de ejercicio.
ResponderEliminarCuando asusntos externos que no podemos controlar, es normal, que eso influya en nuestro estado fisico.Tienes que tomarlo poco a poco, y espera que vuelvas a coger una relativa normalidad
ResponderEliminarEstá claro Manuel, no hay milagros y la forma cuesta ganarla y mantenerla a base de esfuerzo, cuando por circunstancias (trabajo, lesión, ...) no podemos entrenar se pierde rápidamente lo que tanto costó conseguir. Lo bueno es que el cuerpo tiene "memoria" y en cuanto vuelves a darle caña responde rápido, y tú ya lo estás viendo! :)
ResponderEliminarAhora, lo mas importante es resistir entrenando un poquito por aqui y un poquito por alli. Si uno no duerme un minimo de horas es un suicidio autoexigirse. No hay mal que dure eternamente. Mucho animo y mucha paciencia
ResponderEliminarLa piernas quieren... pero la cabeza no esta por la labor, ademas si le sumas el calor que esta haciendo... es tambien un punto en tu contra o de cualquier runner.
ResponderEliminarEl stress laboral se nota en las piernas seguro.
abuelo runner el del comentario de arriba
ResponderEliminarA veces no hay que plantearse nada más que hacer lo que se puede, que luego poco a poco se coge ritmo.Ya pronto a tu nivel,jeje.Un abrazo
ResponderEliminarHola Manuel, estoy teniendo las mismas sensaciones que estás teniendo tú, practicamente da lo mismo correr 1 o 2 días por semana, aunque si es verdad que es mejor que nada y que cuando volvamos a nuestro ritmo habitual cogeremos el estado de forma mucho más rápido, pero mientras tanto 1 o 2 días es mejor que nada... Un saludo!
ResponderEliminaryo corro un dia y dos días hago bici, y me va genial, el dia q toca correr estoy a tope
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