Mi estrategia de carrera para la Transgrancanaria Advanced

Estrategia de carrera: Dícese de aquello en lo que solemos pensar durante el periodo de baja actividad física previo a una carrera de larga distancia. En la mayoría de los casos deja de tener sentido tres segundos después de darse la salida.

Más o menos esta es mi definición personal del término, lo normal es que siempre arranque a más revoluciones de las que he planificado y mis carreras se dividen en grandes sorpresas y sonoros batacazos. Esta vez tendré que seguirla a rajatabla básicamente por esto...

83 km, 4700 metros de desnivel positivo y otros tantos de desnivel negativo, pocas bromas. Una cosa es estar vacío a falta de 10km en un maratón y otra hundirte a 40 kilómetros de meta por un territorio tan abrupto.

La táctica está clara, guardar todo lo que pueda, no me pienso fiar ni cuando tenga a la vista la Playa de Las Canteras. Para no eternizarme me he propuesto controlar el ritmo para ir sobre las 16 horas de carrera, que en principio debería ser una marcha muy asequible, no es un objetivo sino una guía para saber más o menos como voy.

No voy a guardar fuerzas para sacarlas al final porque sé que no podré hacerlo, será guardar para seguir guardando. Ese será el mantra que llevaré en la cabeza durante toda la carrera.


Mi carrera por tramos

Al primer avituallamiento importante (Artenara - km 20) tengo que llegar como si acabara de salir a pesar del tremendo desnivel. Cuando lo entrené tardé 3 horas y media en cubrir este tramo, muy tranquilo, sacando fotos, parando... más o menos ese sería el ritmo. Supongo que llegaré un poco antes, pero lo importante es llegar cómodo y sin ningún indicio de ampollas.

De Artenara a El Garañón (km 41) es donde creo que se decide gran parte del éxito en la carrera, terreno muy duro, ni siquiera la bajada de Artenara tiene un mínimo de comodidad. Trataré de correr cuando pueda porque hay mucho terreno en el que no podré hacerlo y donde bajaré pulsaciones. En esta zona tendré muchísimo cuidado con el frío, me abrigaré todo lo que pueda porque el aire a esa altura te traspasa y se lleva bastantes fuerzas.

En El Garañón tendré a Marian aprovechando la zona de asistencia externa controlada. Muda completa, geles, barritas, buff seco, otro cortavientos por si voy muy empapado. Aquí estaré un rato, es un avituallamiento grande y procuraré comer algo diferente y si es caliente mejor.

A partir de El Garañón viene un tramo bastante favorable pero al que le tengo mucho miedo. Cuando entro en él con fatiga no me va nada bien. No me voy a agobiar, si no puedo aprovechar las zonas buenas para correr cuesta abajo me va a dar igual y, sobre todo, me mentalizaré para no venirme abajo al pasar el barranco entre Valleseco y Teror que siempre me parece claustrofóbico.

Desde Teror lo que queda lo conozco como la palma de mi mano, 24 kilómetros que he recorrido muchas veces. Si llego a este punto intentaré acabar aunque tenga que hacer noche en alguna casa del camino. Allí tendré otra vez la asistencia de Marian, básicamente llevará comida y unos cuantos "porsiacas" por si tengo algún accidente o se rompe algo del material. Lo normal es que esta parte la haga de noche, veremos como me adapto con la fatiga y dolores que llevaré encima, el Barranco de Tenoya a oscuras tiene que ser inolvidable.


Alimentación

Como he entrenado estos últimos meses, alternaré tomas de dulce y salado acompañados con agua cada 30 minutos y en medio de cada una de estas tomas ingeriré sales.

Básicamente tomaré geles, barritas y frutos secos (pistachos, almendras y nueces) y combinaré con lo que haya en los avituallamientos sólidos para variar un poco.

El llevar a rajatabla los tiempos me ayuda a estar distraído con algo que no sea los kilómetros que me quedan para acabar y mantiene los niveles de energía sin grandes fluctuaciones.


El código del trail runner asustado

Hay un conjunto de ideas que me he grabado en la cabeza durante estas semanas para aplicarlas en carrera.

• Nunca subir de pulsaciones, a la mínima que vea que se me están yendo empezar a caminar hasta que bajen.
• Comer siempre cuando toca y caminando, da igual si es una buena zona para correr, comer tranquilo y no retrasar las tomas.
• Salir de los avituallamientos totalmente recuperado. Hace dos años salí del avituallamiento de Tenoya tocado y me quedé tirado antes de llegar a Los Giles. No me importa perder tiempo en ellos.
• Abrigarme en cuanto note frío y guardar la ropa de abrigo cuando no sea necesaria, aunque eso suponga pararse en una zona rápida.
• Protegerme todo lo posible de las ampollas, al mínimo síntoma, zapatilla fuera y Compeed al canto.
• No hacer nunca caso al "minuto bueno", por bien que me encuentre en un momento dado tengo que ser consciente de que será muy largo y vendrá el bajón.
• Pensar sólo en el siguiente avituallamiento, cada uno de ellos será una meta en sí mismo.

Nunca me he presentado a una carrera tan a la defensiva, pero tampoco he pasado en mi vida más de siete horas y cuarto o 45 kilómetros en montaña. No sé si es la proximidad de la carrera, pero veo realmente difícil culminar el reto, no me imagino en qué condiciones estaré cuando entre en zona desconocida a partir de los 50 kilómetros. 

Quizás la parte mental es la que peor llevo, lo que no cabe en la cabeza normalmente no cabe en las piernas, y en ese aspecto tengo un problema.

El caso es que mañana recogeré el dorsal, llenaré la mochila con el material que voy a llevar y me prepararé para sorprenderme a mí mismo... otra vez.