Esta crónica me ha costado parirla, voy de cabeza con el trabajo y he tenido que sacar tiempo de algo imprescindible como es dormir. Así que si encuentran alguna burrada no se preocupen, mañana lo releo y corrijo.
Como ya comenté en la previa de la carrera, me presentaba en la localidad de Valsequillo sin haber hecho el más mínimo entrenamiento para la prueba así que las expectativas no eran muchas. De todos modos tenía ganas de correr y hacerlo un poco mejor que en las dos pruebas anteriores del circuito.
Por primera vez participaba en una contrarreloj, mi hora de salida eran las 9:18 y en mi grupo de tres estaba casualmente Kevin con quien he ido a todas las carreras del circuito. De una prueba de este tipo puedo decir dos cosas, la primera es que puedes hablar con mucha gente porque van apareciendo poco a poco así que te vas encontrando con todos los conocidos, entre ellos Carlos, un lector del blog bastante más rápido que yo al que conocí en la salida. Por otro lado, hay un beneficio que no había pensado, ¡no hay cola en el baño! nada como escalonar las salidas para que no haya atasco en el servicio.
El recorrido era secreto, y suerte que lo hicieron así porque en caso contrario creo que no hubiera sido de la partida.
Los tres de mi tanda salimos juntos y en principio me puse a tirar del grupo pero la verdad es que era un agobio. Al no conocer el circuito había que estar con mil ojos para no comerse una piedra mientras ponías atención en las balizas, así que en una duda me pasaron mis dos compañeros y fue Kevin el que marcó el ritmo, al principio muy exigente para mí pero le iba viendo a unos metros.
Pensaba que el ser una contrarreloj estaríamos casi siempre solos pero pronto recordé lo poco que son dos minutos en montaña. Casi desde el principio fuimos adelantando gente algo que fue una constante durante toda la carrera y que animaba para seguir peleando.
Los primeros kilómetros de subida hasta Tenteniguada fueron duros pero ni por asomo se parecieron a lo que nos esperaba. De entrada veo a lo lejos como hay gente subiendo una cuesta empinadísima por una cuerda, sólo verlo ya iba maldiciendo mientras me acercaba a la típica sorpresa que no me gusta nada. Una vez allí, pues a sufrir al no tener la menor idea de como subir. Además no era la típica cuerda fijada por tramos a la roca sino que estaba suelta y, si eramos tres en la cuerda, esta se iba tensando y destensado a medida que nos movíamos, un estrés para un torpe asfaltero como yo.
Después de superar el obstáculo aún nos quedaban dos kilómetros de una subida absolutamente infernal, el dolor de gemelos (que siempre estaban estirados haciendo cuña con el pie por el desnivel) y lumbares era mortal, pero lo peor era ver como el GPS no avanzaba, no nos movíamos del sitio. Una prueba de la velocidad a la que íbamos es que el km 6 lo cubrimos en ¡21 minutos y 28 segundos! Cuando dijeron vertical no se andaban con bromas.
Malamente llegamos al avituallamiento que daba por finalizada la subida pasado el km 6, allí nos pusimos a soltar algunas coñas a las voluntarias como truco para perder un poco de tiempo sin que se notara mucho.
La bajada fue un alivio, por lo menos inicialmente, pista rápida y senderos con buen firme en los que se podía correr. El panorama cambió al pasar por una zona más técnica con piedras húmedas en las que las zapatillas no tenían ningún agarre y, sobre todo, en un tramo de tuberías en el que no era capaz de ver donde posar los pies sin darme una castaña. En esta zona lo pasé fatal, solo podía pensar en que si me caía podía finiquitar mi participación en el Dublin Marathon, así que avanzaba literalmente pisando huevos, todo muy lamentable :)
Por suerte, después de este tramo nos regalaron un par de kilómetros con mucha pendiente negativa sobre asfalto, ese tipo de terreno que al especialista en montaña le machaca pero que a mí me vino genial para quitarme muchos metros a buena velocidad.
Al final se mantenía el descenso pero el terreno era más rompepiernas, por senderos en los que tenía que conservar un poco porque en cada mínimo desnivel positivo las piernas se me quedaban muertas después de la salvaje subida inicial. Fue justo en esta parte final donde me pasaron tres corredores, los primeros de toda la carrera.
Entré en meta con un tiempo de 2 horas y 10 minutos en el puesto 84 de 173 llegados y 52 de 102 en mi categoría. La verdad es que tenía la sensación de que lo había hecho mejor, pero es evidente que si no entrenas específicamente para algo no hay muchas posibilidades de destacar.
Carrera muy dura pero bonita, lástima que no se levante mucho la vista durante la subida porque hay unos paisajes espectaculares. Para mí gusto demasiado técnica, no durante todo el recorrido, pero hay un par de zonas en las que no me encuentro nada cómodo, para los habituales de la montaña seguro que es una gozada.
Ya sólo queda una prueba para completar las cinco carreras del circuito, eso sí, la traca final va a ser tremenda, ya iré contando cuando pase el Dublin Marathon.
Galerías de fotos:
Alberto Cardona
Pedro Suárez
Montse Jiménez (Rungosay)
Manuel Lobelle
Yeray Sánchez
Fran Junco
Los Corregüelas
Vídeos:
Kimedia
Clasificación I Contrarreloj Vertikal San Miguel
Mi carrera en Garmin Connect
Como ya comenté en la previa de la carrera, me presentaba en la localidad de Valsequillo sin haber hecho el más mínimo entrenamiento para la prueba así que las expectativas no eran muchas. De todos modos tenía ganas de correr y hacerlo un poco mejor que en las dos pruebas anteriores del circuito.
Por primera vez participaba en una contrarreloj, mi hora de salida eran las 9:18 y en mi grupo de tres estaba casualmente Kevin con quien he ido a todas las carreras del circuito. De una prueba de este tipo puedo decir dos cosas, la primera es que puedes hablar con mucha gente porque van apareciendo poco a poco así que te vas encontrando con todos los conocidos, entre ellos Carlos, un lector del blog bastante más rápido que yo al que conocí en la salida. Por otro lado, hay un beneficio que no había pensado, ¡no hay cola en el baño! nada como escalonar las salidas para que no haya atasco en el servicio.
El recorrido era secreto, y suerte que lo hicieron así porque en caso contrario creo que no hubiera sido de la partida.
Sólo recordarlo... |
Los tres de mi tanda salimos juntos y en principio me puse a tirar del grupo pero la verdad es que era un agobio. Al no conocer el circuito había que estar con mil ojos para no comerse una piedra mientras ponías atención en las balizas, así que en una duda me pasaron mis dos compañeros y fue Kevin el que marcó el ritmo, al principio muy exigente para mí pero le iba viendo a unos metros.
Empieza el suplicio FOTO: Yeray Sánchez |
Pensaba que el ser una contrarreloj estaríamos casi siempre solos pero pronto recordé lo poco que son dos minutos en montaña. Casi desde el principio fuimos adelantando gente algo que fue una constante durante toda la carrera y que animaba para seguir peleando.
FOTO: Yeray Sánchez |
Los primeros kilómetros de subida hasta Tenteniguada fueron duros pero ni por asomo se parecieron a lo que nos esperaba. De entrada veo a lo lejos como hay gente subiendo una cuesta empinadísima por una cuerda, sólo verlo ya iba maldiciendo mientras me acercaba a la típica sorpresa que no me gusta nada. Una vez allí, pues a sufrir al no tener la menor idea de como subir. Además no era la típica cuerda fijada por tramos a la roca sino que estaba suelta y, si eramos tres en la cuerda, esta se iba tensando y destensado a medida que nos movíamos, un estrés para un torpe asfaltero como yo.
La cuerdita. FOTO: Montse Jiménez (Rungosay) |
Después de superar el obstáculo aún nos quedaban dos kilómetros de una subida absolutamente infernal, el dolor de gemelos (que siempre estaban estirados haciendo cuña con el pie por el desnivel) y lumbares era mortal, pero lo peor era ver como el GPS no avanzaba, no nos movíamos del sitio. Una prueba de la velocidad a la que íbamos es que el km 6 lo cubrimos en ¡21 minutos y 28 segundos! Cuando dijeron vertical no se andaban con bromas.
Reventado Foto: Alberto Cardona |
Malamente llegamos al avituallamiento que daba por finalizada la subida pasado el km 6, allí nos pusimos a soltar algunas coñas a las voluntarias como truco para perder un poco de tiempo sin que se notara mucho.
La bajada fue un alivio, por lo menos inicialmente, pista rápida y senderos con buen firme en los que se podía correr. El panorama cambió al pasar por una zona más técnica con piedras húmedas en las que las zapatillas no tenían ningún agarre y, sobre todo, en un tramo de tuberías en el que no era capaz de ver donde posar los pies sin darme una castaña. En esta zona lo pasé fatal, solo podía pensar en que si me caía podía finiquitar mi participación en el Dublin Marathon, así que avanzaba literalmente pisando huevos, todo muy lamentable :)
Por suerte, después de este tramo nos regalaron un par de kilómetros con mucha pendiente negativa sobre asfalto, ese tipo de terreno que al especialista en montaña le machaca pero que a mí me vino genial para quitarme muchos metros a buena velocidad.
Segundo avituallamiento, fin del asfalto FOTO: Manuel Lobelle |
Al final se mantenía el descenso pero el terreno era más rompepiernas, por senderos en los que tenía que conservar un poco porque en cada mínimo desnivel positivo las piernas se me quedaban muertas después de la salvaje subida inicial. Fue justo en esta parte final donde me pasaron tres corredores, los primeros de toda la carrera.
Dios aprieta pero no ahoga |
Entré en meta con un tiempo de 2 horas y 10 minutos en el puesto 84 de 173 llegados y 52 de 102 en mi categoría. La verdad es que tenía la sensación de que lo había hecho mejor, pero es evidente que si no entrenas específicamente para algo no hay muchas posibilidades de destacar.
Alguien le quitó el helado a Kevin ¿Quién habrá sido? |
Ya sólo queda una prueba para completar las cinco carreras del circuito, eso sí, la traca final va a ser tremenda, ya iré contando cuando pase el Dublin Marathon.
Galerías de fotos:
Alberto Cardona
Pedro Suárez
Montse Jiménez (Rungosay)
Manuel Lobelle
Yeray Sánchez
Fran Junco
Los Corregüelas
Vídeos:
Kimedia
Clasificación I Contrarreloj Vertikal San Miguel
Mi carrera en Garmin Connect
¡Vaya contarreloj!,tuvo que ser dura de narices y no te cuento ese kilómetro ¡21`!,una escalada en toda regla.No me extraña que digas que no veas los paisajes,yo en montaña solo veo piedras y zapatillas de los que van delante.
ResponderEliminarEnhorabuena por esa fuerza que tienes,siempre sorprendes gratamente.Me alegro que haya ido todo bien, que nada te haya perjudicado para Dublín.Cuídate,un abrazo.
Manuel los tiempos son secundarios.. no podemos estar preparando una maraton... participar en todo y estar al cien x cien.
ResponderEliminarYo en la olla de nuria hice un km a 29', la coronacion del pigmal casi 3000mts
La Leche!!!! que pendientes!!!!
ResponderEliminarte imaginas esa cuesta con la cuerdica, en lugar de subir... tener que bajarla? ´
muy buena carrera compi, estas son las que dan caché y respeto, no quiero ni imaginar como estarán ahora esos cuadriceps y gemeles jejeje
Lo de las lumbares a mi me pasa lo mismo sufro mucho en las subidas duras duras,
un abrazo Manuel
Esa fuerza en las piernas te irá fenomenal para Dublín.
ResponderEliminarEl tema de estas carreras es que acostumbrados a ritmos controlados y controlables en asfalto, cuando surgen los kilómetros que se van por encima de los 20' se hacen insufribles.
En montaña mira que es dificil disfrutar de los paisajes.
No sé, esos kms a 20 minutos hacen que me plantee si esto es una carrera o una batalla. Definitivamente es otro deporte.
ResponderEliminarEnhorabuena por la carrera y por la crónica (robada al sueño). La verdad es que la foto del tramo de cuerda lo dice todo! Cada vez que veo una de estas me ratifico en que la montaña no es para todo el mundo! Recupera!, aunque vista tu tirada de ayer ya veo que lo has hecho :-)
ResponderEliminarHola Manuel; encantado de haber por fín charlado contigo y haberte conocido personalmente, sigo tú blog desde que se creó y me encanta, lo sigo todos los días para ver si pones novedades y, valoro muchísimo lo que es sacar tiempo de dónde no lo tienes para publicar tus comentarios, a veces lo pienso y, creo que yo no sería capaz. Nos ayudas y enseñas mucho con tus experiencias y, no hay muchos así. Gracias por haberme nombrado en tú crónica, espero que coincidamos en muchas más ocasiones. Deseo que te vaya muy bien en La Maratón de Dublín. SUERTE!!!
ResponderEliminarCarlos Araña
Muy buena crónica manolo. Salí bien en la foto de la cuerda, jeje. A mi me encanto la carrera, me pareció una de las más bonitas que he hecho. Haciendo analisis de la carrera coincido contigo en varias cosas pero en dos principalmente, el km de la cuerda y lo que le siguió por lo menos 500 metros más era insufrible, era como dar pasos en la luna. En segundo lugar la sensación al terminar la carrera fue la misma que la tuya, pense que había hecho un tiempazo por que me sentí bien en la carrera y acabe fuerte, al final puesto 109. Las referencias en la contrareloj engañan. Un Saludo a todos!
ResponderEliminarPero estás seguro que eso era una carrera de running y no una escalada????, es que eso de la cuerda ya se pasa de castaño oscuro.....!
ResponderEliminarbonito perfil, la subida todo andando, no? madre mia
ResponderEliminarleches si las imagenes hablan por si solas , escalada pura y dura , saludos campeon
ResponderEliminarMola esa carrera!
ResponderEliminarDesde luego el circuito este de Adidas te está dando unas experiencias únicas, aunque estés sufriendo y te rompa un poco tus esquemas, te está ofreciendo una variedad de carreras a cual más dispar.
Gran acierto el apuntarte a ese circuito, lástima que no tengamos cosas así aquí :(
Si te gustó lo da la cuerda, te esperamos en la Haría Extreme 2013 ;)
Muy interesante es una mezcla de correr, escalar e ir a la guerra.
ResponderEliminarFíjate qué afortunados somos los maratonianos... En la montaña, con mayor o menor sufrimiento, disfrutamos siempre. Pero a un corredor de montaña lo sueltas en el asfalto, y se aburre como una ostra... :)
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