Crónica I Carrera Solidaria Síndrome de Rett (+ 15km)

Ésta debía ser una crónica diferente al tratarse de una carrera solidaria no competitiva que formaba parte de mi tirada larga dominical. Sin embargo, uno es un paquetillo pero tiene el gen competitivo activo a todas horas, así que no hay manera de ir a "disfrutar"... aunque siempre disfrute.

Salí de casa hora y media antes del inicio de carrera, como no, corriendo, si no fuera por el sudor creo que iría corriendo a más sitios. El objetivo era hacer los primeros 15km de mi tirada larga a buen ritmo.

En ese tramo me dio tiempo de pasar calor, mojarme bajo la lluvia y volverme a secar al sol. Iba fluido, casi sin sufrir, con la sensación de ir a buen ritmo sin pasarme. Lo mejor fue ver al llegar a casa que había cubierto la distancia a un ritmo de 4:39/km. Tenía la idea de rondar los 4:50 en cada kilómetro pero sin obsesionarme con el tiempo, de hecho casi no lo estaba controlando.

Así que llegué a la Plaza de La Puntilla, con 15km en las piernas y seco (había dejado el agua en casa). Mucha gente conocida, los nombraría a todos pero estoy seguro de que me dejaría a alguien atrás, por allí había representación de los blogs locales, Twitter, carreras de montaña...todo muy familiar y muy entretenido. Cuando no tienes el estrés de la competición te da igual que la salida se retrase un poco mientras te quedas agarrotado, podías hablar con unos y otros, había gente que hacía mucho tiempo que no veía y me alegró saber de ellos.

La salida fue semineutralizada, íbamos detrás de un coche de la policía local por el paseo de Las Canteras que iba abriendo paso entre los sorprendidos transeúntes  El primer kilómetro lo cubrimos en 5:31, una tortura muscular después de haber corrido 15km y esperado 50 minutos de pie, es mejor ir rápido que a un ritmo que no es el tuyo. Los dos siguientes kilómetros fueron una especie de fartlek entre arreones y frenazos del coche, tan pronto íbamos a 4:15 como a 5:50 (ritmo medio 4:41 y 4:32).

Foto de familia

En el grupo de delante había varios chicos jóvenes con pinta de estar en algún club de atletismo y algunos viejunos como yo, entre ellos también estaba Aaron que de vez en cuando iba picando a la gente, que ganas tenía de correr el tío. Así que al finalizar la playa e iniciar el camino de vuelta, Aaron le preguntó a la policía si se abría la veda y desde el coche nos dijeron que podíamos adelantarlo... y vaya si lo hicimos.

Se forma un grupito de 6 o 7 corredores y me quedo un poco cortado, con lo que llevaba en las piernas no estaba para arreones salvajes, sin embargo voy cogiendo ritmo y me uno a ellos. Poco después nuevo tirón del chico que va en cabeza, ya sólo quedamos cuatro. Entre tirón y tirón este kilómetro sale en 4:04, una locura para lo que tenía pensado.

El ritmo se pone cada vez más rápido y Aaron se marcha con su acompañante, yo me quedo con otro chico durante unos cientos de metros hasta que éste se descuelga. A ver, dije que iría tranquilo, la carrera no es competitiva pero... si voy tercero ¡como voy a parar! Pues eso, sigo tirando los dos últimos kilómetros (4:09 y 4:11) y mantengo mi puesto en una carrera en la que no hay puestos ;)

Personalmente muy contento, hacer 15km a buen ritmo y responder tan bien a un calentón de 6km un rato después, me deja con muy buenas vibraciones de cara a Dublín. Incluso los 3 kilómetros finales fueron con el viento de cara y esquivando a los paseantes, no sé, igual fue un día bueno y no es oro todo lo que reluce pero más vale ir con confianza (que no confiado) que ponerse en la salida con malas sensaciones.

En cuanto al evento destacar la cercanía de los organizadores y el ambiente familiar y agradable que se sintió durante la mañana, incluso Iván se lo pasó genial saltando en el castillo hinchable y pintando. Orgulloso de haber colaborado con una causa que espero que en próximos años tenga un respaldo mayor. Por ejemplo, me parece perfecto que el alcalde haya corrido pero poner unas vallitas cada ciertos metros unidas por cinta y que se dijera algo por la megafonía de la playa para publicitar la causa solidaria no hubiera estado mal.

En resumen, muy buena mañana de domingo, espero que haya servido para que el Síndrome de Rett sea un poco más conocido.