Después de contar la aventura de Iván toca hablar de mi primer trail nocturno, o mejor dicho, la primera vez que me pongo un frontal y salgo a correr por barrancos.
Si ya es difícil correr un trail sin haber hecho una cuesta en dos meses y sin entrenar el circuito de la carrera, lanzarse a hacerlo de noche y sin estar en un estado de forma muy boyante roza la imprudencia. Lo que pasa que uno puede hacer el loco o, como fue el caso, tomárselo con más tranquilad conociendo sus limitaciones.
La primera vez que me puse el frontal fue en la misma plaza de salida de la carrera, pidiendo consejo a Kevin y Álvaro que también serían de la partida. Por si la situación no era lo suficientemente improvisada, al encender el Garmin 205 me dice que tiene la batería baja y seguidamente se apaga, genial, ahora no tendría la ruta, ni referencia de los kilómetros que llevo, ya que en una trail como es lógico no suele haber señales kilométricas.
Lo de correr tan tarde es un poco extraño, el cuerpo está pidiendo sofá y no salir a sufrir. Es una sensación un poco incómoda, sobre todo si hay que estar mucho tiempo en la cámara de llamadas como está ocurriendo en este Circuito Adidas Trail Running debido a su curioso sistema de cronometraje por chip. Es de lo único que me voy a quejar y pienso que deberían modificarlo en futuras ediciones, estar 20 o 30 minutos de pié en la zona de salida es un tormento.
La idea era salir tranquilo y así lo hicimos Álvaro y yo mientras que a Kevin lo perdimos desde el principio. El primer kilómetro es en bajada muy pronunciada hasta que entramos en el barranco, en este tramo sólo pienso en cuidar la rodilla para no fastidiarla desde el principio. Aquí empiezas a saber la que se te viene encima, a pesar de que hay muchos frontales cerca no eres capaz de ver la altura de las piedras y te pones a correr como un pato, mientras te comes algún canto y vas salvando las torceduras de tobillo. Tener miopía y astigmatismo supongo que tampoco ayuda en una carrera nocturna.
El inicio de la subida a El Montañón es un alivio, a menos velocidad, menos posibilidad de darte un leñazo por la falta de luz. Aún así tengo algún tropezón. Al haber salido mal, aquí ya hay mucho tapón y tampoco subo con mucha ambición, así que voy dilapidando la posibilidad de hacer una buena clasificación.
Nunca había sido consciente del polvo que tragamos en este tipo de carreras, con el frontal ves todas las partículas de polvo que hay en el aire, las cuales complican ver y dan sensación de ahogo al poner en evidencia la cantidad de arena que vamos respirando.
Al llegar al kilómetro 6.5, una vez coronado El Montañón, venía la parte más sencilla y rápida, compuesta por una pista muy ancha en ligera pendiente descendente. La recordaba muy cómoda de mi participación diurna de hace dos años, pero en la absoluta oscuridad y guiado por el frontal, no era capaz de ver las irregularidades del terreno y a veces pensaba que iba a tocar el suelo cuando realmente se encontraba más abajo, como resultado me llevé varios golpes en los lumbares y riñones que me hacían literalmente polvo.
Si la bajada cómoda era tan complicada, ¿cómo sería el descenso técnico de 3 kilómetros? Pues se lo pueden imaginar, un vía crucis en el que era imposible anticipar las curvas porque sólo puedes ver el área a tus pies que alumbra el frontal. Bastante tienes con intentar ver las piedras, aquí no hay margen de error, si pones un pie mal, la siguiente pisada para corregir el error la pondrás en un sitio que no puedes ver, puro azar.
Lo más curioso es que hice toda la bajada con un chico detrás que llevaba puesto a Juan Luis Guerra con algún altavoz. O sea, bajaba estresadísimo, con los ojos como platos y los tobillos reventados de tanto doblarse mientras escuchaba una bachata, muy grande.
El resto de la carrera la hice con Álvaro, quedaba subir de nuevo hasta La Barrera y lo fuimos haciendo sin arriesgar mucho con los ritmos. La verdad es que en ningún momento estuve demasiado metido en carrera, salí con la idea de completar mi trail nocturno y en eso me concentré.
La casualidad quiso que a sólo 100 metros de meta alcanzáramos a Kevin, así que pudimos entrar los tres al mismo tiempo en 1:56:51. El puesto bastante malo para lo que hacía a principios de año, 139 de 262 finishers y 92 de 152 en categoría senior.
Ahora mismo es lo que hay, sin entrenamiento específico, en baja forma por mil cosas y sin ambición no se puede pedir más. Me quedo con la sensación de que podía haberme exprimido más, sobre todo en las subidas, pero fui siempre muy conservador pensando en no petar, y claro, de este modo pierdes mucho tiempo. Revisando la clasificación veo gente que suele estar por mi zona con 12 o 13 minutos menos, algo parecido a lo que pasó en el Universitrail.
Lo mejor, la confirmación de que la rodilla está totalmente recuperada, más desniveles y terrenos irregulares no pude meterle para comprobarlo. La organización muy bien, el balizado reflectante perfecto, así como la cena final. En resumen, una buena experiencia aunque para los que nos gusta correr es una tortura tener que ir con tanto cuidado.
Un placer haber puesto cara a Peter y @picdetroi, con el primero ya llevaba varios intentos fallidos.
Llegamos a casa rondando las tres de la madrugada... quien me iba a decir que trasnocharía sin salir de fiesta.
CLASIFICACIONES LA NOCHE MÁGICA
GALERIAS DE FOTOS:
Alberto Cardona (Tamadaba entre semana)
Antonio García Artiles
Chiqui Pérez (Bichillo Runner)
Rubén Cabrera (Carrera infantil)
Antonio Ruiz
Con Álvaro, Kevin e Iván El equipo al completo |
Si ya es difícil correr un trail sin haber hecho una cuesta en dos meses y sin entrenar el circuito de la carrera, lanzarse a hacerlo de noche y sin estar en un estado de forma muy boyante roza la imprudencia. Lo que pasa que uno puede hacer el loco o, como fue el caso, tomárselo con más tranquilad conociendo sus limitaciones.
La primera vez que me puse el frontal fue en la misma plaza de salida de la carrera, pidiendo consejo a Kevin y Álvaro que también serían de la partida. Por si la situación no era lo suficientemente improvisada, al encender el Garmin 205 me dice que tiene la batería baja y seguidamente se apaga, genial, ahora no tendría la ruta, ni referencia de los kilómetros que llevo, ya que en una trail como es lógico no suele haber señales kilométricas.
Comentando la jugada con el resto de "mineros" |
Lo de correr tan tarde es un poco extraño, el cuerpo está pidiendo sofá y no salir a sufrir. Es una sensación un poco incómoda, sobre todo si hay que estar mucho tiempo en la cámara de llamadas como está ocurriendo en este Circuito Adidas Trail Running debido a su curioso sistema de cronometraje por chip. Es de lo único que me voy a quejar y pienso que deberían modificarlo en futuras ediciones, estar 20 o 30 minutos de pié en la zona de salida es un tormento.
¡Qué atrevida es la ignorancia! |
La idea era salir tranquilo y así lo hicimos Álvaro y yo mientras que a Kevin lo perdimos desde el principio. El primer kilómetro es en bajada muy pronunciada hasta que entramos en el barranco, en este tramo sólo pienso en cuidar la rodilla para no fastidiarla desde el principio. Aquí empiezas a saber la que se te viene encima, a pesar de que hay muchos frontales cerca no eres capaz de ver la altura de las piedras y te pones a correr como un pato, mientras te comes algún canto y vas salvando las torceduras de tobillo. Tener miopía y astigmatismo supongo que tampoco ayuda en una carrera nocturna.
Una salida diferente FOTO: Antonio García Artiles |
El inicio de la subida a El Montañón es un alivio, a menos velocidad, menos posibilidad de darte un leñazo por la falta de luz. Aún así tengo algún tropezón. Al haber salido mal, aquí ya hay mucho tapón y tampoco subo con mucha ambición, así que voy dilapidando la posibilidad de hacer una buena clasificación.
Nunca había sido consciente del polvo que tragamos en este tipo de carreras, con el frontal ves todas las partículas de polvo que hay en el aire, las cuales complican ver y dan sensación de ahogo al poner en evidencia la cantidad de arena que vamos respirando.
Esta vez el Garmin no me dejó subir mi propio perfil |
Al llegar al kilómetro 6.5, una vez coronado El Montañón, venía la parte más sencilla y rápida, compuesta por una pista muy ancha en ligera pendiente descendente. La recordaba muy cómoda de mi participación diurna de hace dos años, pero en la absoluta oscuridad y guiado por el frontal, no era capaz de ver las irregularidades del terreno y a veces pensaba que iba a tocar el suelo cuando realmente se encontraba más abajo, como resultado me llevé varios golpes en los lumbares y riñones que me hacían literalmente polvo.
Si la bajada cómoda era tan complicada, ¿cómo sería el descenso técnico de 3 kilómetros? Pues se lo pueden imaginar, un vía crucis en el que era imposible anticipar las curvas porque sólo puedes ver el área a tus pies que alumbra el frontal. Bastante tienes con intentar ver las piedras, aquí no hay margen de error, si pones un pie mal, la siguiente pisada para corregir el error la pondrás en un sitio que no puedes ver, puro azar.
Lo más curioso es que hice toda la bajada con un chico detrás que llevaba puesto a Juan Luis Guerra con algún altavoz. O sea, bajaba estresadísimo, con los ojos como platos y los tobillos reventados de tanto doblarse mientras escuchaba una bachata, muy grande.
El resto de la carrera la hice con Álvaro, quedaba subir de nuevo hasta La Barrera y lo fuimos haciendo sin arriesgar mucho con los ritmos. La verdad es que en ningún momento estuve demasiado metido en carrera, salí con la idea de completar mi trail nocturno y en eso me concentré.
Entrando en meta "iluminado" FOTO: Chiqui Pérez (Bichillo Runner) |
La casualidad quiso que a sólo 100 metros de meta alcanzáramos a Kevin, así que pudimos entrar los tres al mismo tiempo en 1:56:51. El puesto bastante malo para lo que hacía a principios de año, 139 de 262 finishers y 92 de 152 en categoría senior.
Ahora mismo es lo que hay, sin entrenamiento específico, en baja forma por mil cosas y sin ambición no se puede pedir más. Me quedo con la sensación de que podía haberme exprimido más, sobre todo en las subidas, pero fui siempre muy conservador pensando en no petar, y claro, de este modo pierdes mucho tiempo. Revisando la clasificación veo gente que suele estar por mi zona con 12 o 13 minutos menos, algo parecido a lo que pasó en el Universitrail.
Lo mejor, la confirmación de que la rodilla está totalmente recuperada, más desniveles y terrenos irregulares no pude meterle para comprobarlo. La organización muy bien, el balizado reflectante perfecto, así como la cena final. En resumen, una buena experiencia aunque para los que nos gusta correr es una tortura tener que ir con tanto cuidado.
Un placer haber puesto cara a Peter y @picdetroi, con el primero ya llevaba varios intentos fallidos.
Llegamos a casa rondando las tres de la madrugada... quien me iba a decir que trasnocharía sin salir de fiesta.
CLASIFICACIONES LA NOCHE MÁGICA
GALERIAS DE FOTOS:
Alberto Cardona (Tamadaba entre semana)
Antonio García Artiles
Chiqui Pérez (Bichillo Runner)
Rubén Cabrera (Carrera infantil)
Antonio Ruiz
¡Vaya horas!, debe ser duro una prueba de ese tipo,ya no solo por perder campo de visión, si no por la concentración que debes llevar durante todo el recorrido para poner las pisadas en su sitio.
ResponderEliminarUn reto más, hicistes bien en conservar después de haber estado limitado este tiempo con la enfermeria..si la rodilla va bien, pronto estarás en tu sitio.Bonita foto de salida, cuidate..un abrazo.
Correr con frontal tiene mucha miga, todo es distinto y se pierde totalmente el relieve, por lo que los traspiés es lo mas normal.
ResponderEliminarLa gente experimentada en descenso va a saltos, pero claro eso necesita mucho entrenamiento y confianza.
Hacer buen puesto con las condiciones que tenías era misión imposible, lo importante en estos casos es acumular experiencia y disfrutar.
Qué chulada de carrera! muchas felicidades al trío, el tiempo es lo de menos! lo bien que os lo pasasteis no os lo quita nadie, y sobre todo saber que tu rodilla está a punto para nuevos retos. Ánimo!
ResponderEliminartiene mucho mérito correr un trail nocturno, estás hecho un animal jajaja
ResponderEliminarUn trail de noche tien mucho mérito, yo estaría más en el suelo que de pie
ResponderEliminarLo mejor es que te has recuperado del todo y vas a poder empezar a meterte cañita como a ti te gusta.
ResponderEliminarYo no se si hubiera disfrutado preocupandome todo el rato de dónde pisar ero tu ya veo que si que lo has hecho. Felicidades Manuel
ResponderEliminarBuenas noticias Lo de la rodilla.
ResponderEliminarJuan Luis guerra con in altavoz? No me jodas, si soy juez de carrera Lo descalifico en el primer avituallamiento.
Monstruo, que eres un monstruo...!
ResponderEliminarCon la pata chunga y a ciegas te ha salido otra buena carrera Manuel....Felicidades también por el debut glorioso del primogéntito!!!
ResponderEliminarLo de las particulas de polvo me paso a mi tambien y resulta cuanto menos curioso si,
ResponderEliminarHaberte exprimido mas? En una carrera de este tipo? Anda anda dejate de exprimir, que de noche las posibilidades de besar el suelo aumentan y de que manera! Lo importante es que no tengas secuelas de las molestias en la rodilla, me alegro por ello..... Vamos a terminar todos con las rodillas para exponerlas en un museo jejeje
Saludos compi
En mi grupo había un corredor que en pleno descenso buscaba un disco que había perdido de José Vélez, en el tuyo sonaba Juan Luis Guerra... está claro que la noche confunde a los corredores!
ResponderEliminarCreo que hiciste bien en conservar, imagínate que arriesgas y se te resiente la rodilla, más tiempo de recuperación... no creo que compensara.
Una experiencia divertida y la dejas pendiente para mejorarla el año próximo!
Lo más importante es que la rodilla se portó y sobre todo que te lo pasaras bien, el lugar en la llegada es lo de menos si mientras te estabas divirtiendo, no estaba la cosa para correr riesgos siendo además tu primera trail nocturna
ResponderEliminarTiene que ser genial correr así!
Ahora, que se te olvide cargar la batería del Garmin antes de una carrera, eso no tiene perdón!!! ;) ¿no tienes una checklist para antes de las carreras?
Lo peor es que sí lo cargué :(
ResponderEliminarPues eso suena a que te tenía que haber tocado el Suunto :( bad news
ResponderEliminarEres un todo terreno y corres lo que te echen, a la hora que te echen! XD
ResponderEliminarUn pelotón de “iluminados” corriendo por los barrancos a ritmo de bachata … alguien da mas ?? :)
ResponderEliminarLa próxima carrera nocturna la animaré poniendo AC/DC.
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