Sin continuidad pero avanzando

Como comenté en la anterior entrada, he estado un poco perdido estos últimos 15 días por razones laborales y una inoportuna enfermedad. La verdad es que estas semanas me siento un poco como Carlos Sainz "tratando de arrancarlo".

La última vez que conté mis entrenamientos, el objetivo era rodar cada vez más, sin llegar al límite, para irme recuperando del síndrome de la cintilla iliotibial que me tenía a medio gas.

El objetivo de la primera semana era hacer tres rodajes de 8, 10 y 15 kilómetros respectivamente, cruzando los dedos para que el dolor no apareciera en ningún momento.

Todo salió como esperaba, recuperando la zancada al poder darle un poco de continuidad a los entrenamientos. El único problema lo tuve el sábado ya que se acabó liando todo en el trabajo y no pude salir a nadar.

La gran prueba eran los 15km del domingo, la rodilla la superó perfectamente pero acabé con una pajarón tremendo que, en principio, achaqué al poco descanso que llevaba en el cuerpo y al calorazo del sur de la isla. Poco después me daría cuenta de que esto no era del todo exacto.

Kilometraje semana 1: 33 km

• L:      Pesas + 2 sesiones est. cintilla iliotibial
• M:     8km (4:40/km) + est. + sesión est. cintilla iliotibial   
• X:      2 sesiones est. cintilla iliotibial
• J:       10km (4:47/km) + est. + 2 sesiones est. cintilla iliotibial
• V:      Pesas + sesión est. cintilla iliotibial
• D:      15km (5:05/km) + est. + sesión est. cintilla iliotibial 

Parecía que las cosas, aunque despacio, empezaban a funcionar, pero el lunes me llevé una sorpresa. Ya me fui a trabajar con una sensación extraña y algo de dolor de garganta, para cuando llegué a casa a mediodía estaba tiritando y con mucha fiebre. Durante tres días casi no salí de la cama y como es lógico el jueves no se me ocurrió entrenar. De nuevo cortaba la progresión y tendría que rearrancar el viernes siguiente.

Me había marcado esta semana para decidir si iniciaba un nuevo plan maratoniano (de hecho esta debía ser la semana inicial) y las cosas no podían ir peor. Sorprendentemente las piernas aún sabían como ponerse a correr rápido aunque sólo fuera durante los 3km tempo de la sesión del viernes.

Quedaba el gran test, 18km en los que no podía tener la más mínima molestia en la rodilla para plantearme desafiar a Filípides en otoño. La verdad es que eso fue lo único bueno, las piernas estaban dormidas después de la inactividad y tenía la sensación de estar en una de esas repeticiones superlentas que están tan de moda. De hecho he decido bautizarla como una tirada "slow motion".

Curiosamente, la media final no fue tan mala aunque yo siempre tuve la sensación de ir muy despacio.

Kilometraje semana 2: 27 km

• J:       3km(5:06/km) + 3km(4:22/km) + 3km (5:00/km) + est.
• V:      Pesas + sesión est. cintilla iliotibial
• D:      18km (5:03/km) + est.

No sé si será cosa de los antobióticos pero aviso de que en mi cabeza resuenan tambores de guerra... y ya saben lo que me gusta una buena batalla.