En el pasado Gran Canaria Maratón hubo algún lío a la hora de dar los trofeos en la categoría de mayores de 50 años y el flamante subcampeón de la misma, Roberto Pire, acabo marchando de la isla sin su trofeo.
Sin embargo, este premio estaba destinado a terminar en su casa. ¿Y dónde es su casa? Pues resulta que vive en la preciosa localidad de Ribadesella y que un servidor corre su próximo maratón en tierras asturianas.
Gracias a que Álvaro, mi alter ego rápido, nos ha puesto en contacto, parece que el trofeo por fin va a llegar a manos de su dueño.
Hoy he pasado por el Centro Insular de Deportes de Gran Canaria para recoger el galardón y ya se encuentra a buen recaudo en mi cuarto de trofeos, el cual se convertirá nuevamente en despacho cuando el único trofeo existente marche a Asturias. Dar las gracias a la organización del Gran Canaria Maratón, y en especial a Carlos Arteaga, por facilitarme la recogida de la estatuilla.
Pues nada Roberto, que sepas que ya le he sacado billete para el 22 de Junio. Le estoy enseñando alguna expresión asturiana que he aprendido en el blog de Belgarion y voy aclimatándolo al orbayu con una regadera. Me ha pedido que a poder ser lo pongas mirando a la ría.
Sin embargo, este premio estaba destinado a terminar en su casa. ¿Y dónde es su casa? Pues resulta que vive en la preciosa localidad de Ribadesella y que un servidor corre su próximo maratón en tierras asturianas.
Gracias a que Álvaro, mi alter ego rápido, nos ha puesto en contacto, parece que el trofeo por fin va a llegar a manos de su dueño.
Hoy he pasado por el Centro Insular de Deportes de Gran Canaria para recoger el galardón y ya se encuentra a buen recaudo en mi cuarto de trofeos, el cual se convertirá nuevamente en despacho cuando el único trofeo existente marche a Asturias. Dar las gracias a la organización del Gran Canaria Maratón, y en especial a Carlos Arteaga, por facilitarme la recogida de la estatuilla.
Pues nada Roberto, que sepas que ya le he sacado billete para el 22 de Junio. Le estoy enseñando alguna expresión asturiana que he aprendido en el blog de Belgarion y voy aclimatándolo al orbayu con una regadera. Me ha pedido que a poder ser lo pongas mirando a la ría.
Paciencia Manuel, que como sigas con tu meteórica progresión en unos añitos te veo montada una sala de trofeos que ni el Museo del Barça
ResponderEliminarLo que no logro entender es por qué si la Organización sabe que tiene un trofeo no recogido no se lo envía a su propietario por correo en vez de esperar a que alguien haga el favor de llevarlo. Hubiera sido un gesto de la Organización. ¿podías explicar la historia?, porque suena a mal gesto de la organización del estilo "si quieres tu trofeo ven a buscarlo o dile a alguien que te lo lleve". hay algo de la historia que no me encaja y seguro que lo puedes aclarar.
ResponderEliminarAhí le has dado Gonzalo!
ResponderEliminarPues desde mi punto de vista entiendo que la organización está obligada a darlos en el podio y en el caso de que metan la pata enviarlo.
ResponderEliminarNo sé si en este caso fue responsabilidad de ellos o no, así que no puedo opinar. Si me entero de algo ya les comentaré.
bonito detalle... el trofeo, chulo, una isla bien bonita
ResponderEliminarMe parto! Esto es España y así nos va. Felicidades Manuel este finde no necesitare mis gafas de sol para que noé deslumbren las zapas esas cantosas que tienes!
ResponderEliminarBueno yo aprovecharía para invitar a todo el mundo a mi casa, si alguien pregunta por el trofeo, le cuentas la historia, que tampoco hay que mentir. Pero si no preguntan se van diciendo que tienes un trofeo.. jeje.
ResponderEliminarSi me he emocionado y todo con la historia...!!!
ResponderEliminarQué bonito es el trofeo! y qué casualidad que se lo puedas dar en persona tan prontito! la ocasión merece celebración, que sea por partida doble después de que tú también hagas un carrerón. Un besiño
ResponderEliminarGran gesto por tu parte. Ya no importa rebuscar quién fue el culpable, lo importante es que llegará gracias a ti a las manos de su dueño, que para eso se lo ha ganado.
ResponderEliminarsalu2 desde matraquilandia.
Vaya, curiosa historia.
ResponderEliminarComo dice Gonzalo, suena a desentendimiento de la organización; el titular del trofeo puede dar gracias a que eres un tío implicado.
Sin ánimo de herir susceptibilidades, te comento a título anecdótico que, cuando vengas a tomarte un cafecito a mi casa, no podrás decir que en ella vive alguien que lleva toda la vida dándole a las zapatillas: los trofeos se fueron, en una caja de cartón, a la basura.
Solo guardo unas cuantas medallas, en algo parecido a una caja de puros habanos y tres copas. Son de 1984 (la 1ª corriendo), de 1986 (la 1ª marchando) y de 1991 (la 1ª lograda fuera de la isla).
El último entrenador que tuve, que hoy en día hace las veces del Tío Antonio, siempre dice que los trofeos solo sirven para guardar tornillos en el garaje.
Razón no le falta..
A por ese maranalón!
Un abrazo!
Bueno, por lo menos podrás chulear del mismo mientras no lo entregas a su dueño...jeje
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