Crónica I Carrera Solidaria "Asociación Síndrome de Down de Las Palmas"

Hoy tocaba una carrera un poco extraña, si hay algo que todo el que me conoce dentro de este mundillo sabe, es que cuando me pongo el dorsal no hay que creerme si digo que voy a tomarme la carrera como un entrenamiento. Lo normal es que, una vez que suene el disparo de salida, se me crucen los cables y salga a darlo todo sea cual sea la distancia o el terreno.

Esta carrera me la tenía que tomar como un entrenamiento sí o sí, el martes tengo la Media Maratón del MACAN y no era cuestión de gastar fuerzas innecesariamente. En concreto me tocaba el siguiente entrenamiento: 3km suave + 5km tempo (sobre 4:24/km) + 2km suave.

Como yo también me conozco, me preparé para ponerme todos los obstáculos posibles. De entrada no seguí mi rutina habitual de desayuno, ni plátano, ni cereales, incluí cosas que no suelo tomar y comí más tarde que de costumbre.

Para asegurarme de que las piernas no estuvieran ligeras fui corriendo desde casa hasta completar 5 km precarrera (así el entrenamiento quedaba en 5km suaves + 5km tempo), además estuve más de una hora de pie esperando la salida, tiempo que se hizo más corto hablando con Luisa, Luís (padre de Jose Brehcist), Raúl o Carlos.

Para colmo, la noche anterior antes de acostarme (casi a la 1:30) no me encontraba muy bien por unas pequeñas náuseas que no tenía claro a que se debían, por la mañana me levanté perfectamente pero cinco minutos antes de la salida me empecé a encontrar otra vez un poco mal.

Mucho ambiente
FOTO: Francisco Socorro (Canarias7)

Pues bien, todo estaba perfecto para tomarme la carrera con tranquilidad, sin embargo dos segundos antes de la salida me salta el chip y salgo disparado, no hay forma. Primer kilómetro por el Parque Romano en 3:54. En el segundo da el viento en contra y me voy a 4:07. Acabando ese segundo kilómetro me doy cuenta de que no voy bien, la sensación de ligeras náuseas sigue ahí y a partir de ese momento el rendimiento va bajando encontrándome muy incómodo. Los siguientes kilómetros caen en 4:14 y 4:24, pero ya sólo quedaba un kilómetro ... o no.

No sé lo que pasó, pero o la federación midió mal o los voluntarios se liaron con las indicaciones, pero el caso es que cuando nos sacaron por segunda vez del Parque Romano ya llevábamos casi 5 kilómetros. Al volver a entrar estaba en el km 5'8 así que pensé que entraríamos directos en meta, pero el voluntario me dice que hay que hacer una vuelta más al Romano. Me paro alucinado y le digo que nos vamos a ir casi a 7 km, me dice que hay que darla y me pongo de nuevo en marcha, momento en el que el chico que tengo detrás aprovecha hábilmente para darme el hachazo. Los últimos 750 metros los hago controlando y fundido, sin ganar ni perder más posiciones.

Tiempo final 28:27 para 6,64km, la carrera de 5km más larga de la historia. Es una carrera benéfica y nadie iba con intención de hacer marca pero la distancia al menos debe de parecerse a lo que se anuncia aunque no sea exacta, ya que uno mide su ritmo en función de la distancia y, por ejemplo en mi caso, forcé en el supuesto último kilómetro pensando que ya terminábamos, así que el kilómetro y medio extra supuso sufrir bastante más de lo que tenía calculado.

El resto de aspectos de la carrera transcurrieron perfectamente y no hay que olvidar que lo más importante era colaborar con la asociación que organizaba el evento.

La carrera salió a una media de 4:17/km, mejor que el entrenamiento que tenía que hacer pero peor que la idea que me había hecho después de los primeros metros. Lo que me preocupa ahora es esa sensación de flojera, porque como me pasé lo mismo en la media del martes las voy pasar canutas en sus toboganes.

Mañana descanso total innegociable.