Entrenamiento semanal (20/02-26/02)

Ya comenté en otra entrada que, desde hace un par de años, febrero no es precisamente el mes en el que más suerte tengo. Como muestra mi desayuno de esta mañana, efectivamente, también se ha roto la tostadora.

Esta semana he sido víctima de una de las modas más extendidas por nuestro país en estos momentos, el catarro. Hacía tiempo que no me daba tan fuerte, no tengo fiebre, ni dolor de garganta, ni ninguno de los síntomas típicos del resfriado, sólo una tos que me tiene doblado y sin poder descansar desde hace cuatro noches.

Por tanto esta semana no ha sido para tirar cohetes tras una sesión de series con cuesta en la que los tibiales parecía que me iban a estallar y un rodaje (también con cuestas) en el que tardé en decidirme a salir tres horas con la ropa de entrenamiento ya puesta, dándole vueltas a si era mejor quedarse en casa o gastar zapatillas, al final el runner ganó a la lógica... como casi siempre.

El sábado pensaba hacer la ruta de los parques de la semana pasada pero en sentido contrario, sin embargo me fue totalmente imposible levantarme de la cama tras estar despierto toda la noche por culpa de las dichosas toses. El domingo no me encontraba mucho mejor pero gasté unas cuantas reservas de voluntad para ponerme en marcha y cumplir con el entrenamiento.

La verdad es que las sensaciones fueron muy malas, sin piernas desde el principio con el agravante de que los primeros kilómetros son un auténtico rompepiernas y no ayudan a coger ritmo.  Por el camino me encontré a Gonzalo, dando vueltas al Parque Romano, y compartimos una vuelta cochinera muy representativa de como nos encontrábamos esa mañana.

En vista de como estaba me propuse, por un lado acabar a un ritmo tranquilo, y por otro no caminar durante los últimos kilómetros, donde pasaría del nivel del mar a 200 metros de altitud.

Los datos del Garmin indican que la subida final tiene un 4,8% de desnivel medio, pendiente máxima del 13'4% y una longitud de 3,6 kilómetros, con un kilómetro en la segunda parte al 7'7% de media que hace mucho daño. Las piernas terminan aniquiladas pero a medida que vas avanzando y ves que la cuesta no puede contigo te empiezas a crecer. A pesar de que el ritmo es infame, el hecho de avanzar sin parar a andar ya es un triunfo.

Al final cayó un medio maratón (21,1 km) a un ritmo al que hacía mucho tiempo que no corría pero con la sensación de que, a pesar de las circunstancias, había hecho un buen trabajo.

Kilometraje semanal: 44,0 km

• M:     15' (5:01/km) + 4x1200 con cuesta (km a 4:15, 4:17, 4:15, 4:15) Rec: 2' trote + 10 ' (4:59/km) + est.
• X:      Pesas + abdominales + lumbares
• J:       10' (5:15/km) + 8km con cuestas (4:54/km) + 10' (4:51/km) + est.
• S:      Elíptica (40 minutos)
• D:      21,1km (5:18/km) + est. 

Posiblemente prescinda de algunas cuestas durante esta semana, las piernas están cargadísimas y empiezan a pedir un respiro.

Como deseo para estos próximos siete días sólo pido dormir una noche de un tirón, a ver si se cumple.