Crónica XXV Trofeo San Antonio de La Florida (12/06/2011)

Hoy voy a hacer una crónica "vintage", tal y como lo definió Gonzalo cuando publiqué la retrasada crónica de la San Silvestre Vallecana 2010.

El Trofeo San Antonio de La Florida es una de las dos crónicas que tengo pendientes de mi etapa madrileña de hace unos meses y ya es hora de hacer una breve reseña de la misma.

Acudí a la carrera casi obligado, en Gran Canaria prácticamente no hay carreras de 10km (aunque esto parece estar cambiando) y, el periodo previo al inicio de mi preparación para el Maratón de Berlín, era el momento adecuado para aprovechar la gran oferta de pruebas cortas que hay en Madrid antes de que el verano apriete de verdad.

Antes de la salida, como ya casi es habitual, con Álvaro

Una semana antes había corrido la Carrera Solidaria Santander en la que, por distintas circunstancias, no fue posible hacer marca personal, así que esta era la última oportunidad para conseguir el objetivo antes de pensar única y exclusivamente en la distancia de Filípides. Llevaba semanas sin hacer series pero me encontraba lo bastante rápido para poder hacer un buen crono.

La mayor dificultad se encontraba en el trazado de la prueba, dentro del Parque del Oeste, dos vueltas a un circuito que contaba con una cuesta asesina al final de cada una de ellas.

Álvaro y yo nos colocamos bien en la salida, así que pudimos correr desde el principio. Esos kilómetros eran muy cómodos, en algunas partes el perfil era descendente y las piernas aún estaban frescas. Los tres primeros kilómetros salen en 4:01, 4:07 y 4:09 respectivamente.

En la recta de Príncipe Pío me relajo un poco, aún queda carrera y no podía quemar todas las naves pensando en la cuesta que se venía encima, saliendo el km en 4:22. Antes de llegar a la cuesta con la que finalizaba la primera vuelta, llevaba 50 segundos de adelanto sobre mi MMP (43:42 - PuertoSport 2010) pero el desnivel me rompe totalmente el ritmo y el quinto kilómetro sale a ¡4:52!

Cogiendo aire después de la primera cuesta

En ese momento pensaba que al coronar podría recuperar por un terreno más favorable pero el Paseo de Camoens, que hacía 20 minutos me había parecido plano, se había convertido en un falso llano durísimo que machacaba mis cansadas piernas. Aun así salvo ese kilómetro aprovechando la bajada final (4:17).

Había que pelear durante los siguientes dos kilómetros para no perder las opciones de MMP, tratando de reservar fuerzas para vaciarme en la segunda ascensión de la carrera. Esta parte fue la más dura, los kilómetros 7 y 8 de un diez mil son clave, es el momento de aguantar o arrojar la toalla.

Llego de nuevo a la cuesta y no me queda otra que apretar los dientes y tratar de mantener el ritmo el mayor tiempo posible, algo complicado mentalmente si ves como hay gente que recorta descaradamente el recorrido para ahorrarse una parte del sufrimiento, esto nunca lo entenderé.

Última recta

Ya sólo quedaba hacer el Paseo de Camoens en sentido ascendente, un suplicio que parecía no acabar nunca, y descendente, dejándome llevar a sabiendas de que había conseguido el objetivo.

Al final, 43:16 oficial y 43:11 neto por mi reloj (que manía de no poner alfombras de salida) a 4:19/km, rebajando mi marca en 31 segundos. Puesto 88 de 504 en la general y 54 de 212 en mi categoría. Acabé contento tras rebajar mi marca personal, pero un poco fastidiado por no haber encontrado una carrera con un perfil más benévolo, en esa época me encontraba muy rápido y creo que valía bastante menos.

En breve publicaré la crónica de la Artenara Trail, en la que participé una semana después, y por fin estaré al día en lo que a crónicas se refiere.