Garmin Forerunner 205: El último capricho

Como muchos saben, el día previo al Maratón de Gran Canaria mi Garmin 405 decidió morir y dejarme sin referencias en carrera.

Después de casi dos años corriendo con el GPS en la muñeca es muy complicado dejar de mirar las referencias de distancia y ritmo cada 20 zancadas, así que me decidí a comprar otro reloj/pulsómetro/GPS. La idea era no gastarme mucho dinero, por tanto otro 405 quedaba descartado y, al mismo tiempo, buscar un reloj en el que pudiera seguir rutas para no perderme en los entrenamientos en montaña.

Mi primera opción fue el Garmin 305 pero era más caro de lo que pensaba gastarme y su hermano pequeño, el 205, se ajustaba más a mis expectativas de gasto pero no tenía pulsómetro. El pulsómetro no lo uso nunca en montaña, pero cuando corro en asfalto me gusta ver los datos de pulsaciones medias al final del entrenamiento para comprobar si soy capaz de llevar los mismos ritmos que en entrenamientos anteriores con menos esfuerzo.

Justo antes de terminar el mini descanso de cuatro días postmaratón, me confirmaron desde el servicio técnico de Garmin que al estar mi 405 en garantía me lo cambiarían por uno nuevo sin costo. Por tanto, ya no necesitaba pulsómetro para entrenar en asfalto, porque tendría un nuevo 405, y el Garmin 205 cubría todas mis necesidades para entrenar en montaña por bastante menos que otros modelos de la marca (132 euros). Reconozco además que lo rápido que ha actuado el servicio técnico (hoy ya usé el 405 para hacer series) y el hecho de que me hayan cambiado un reloj con año y medio de antigüedad, al que ya no le funciona ni la luz después de muchos golpes, por una unidad nueva sin rechistar, me ha empujado a confiar otra vez en Garmin, es lo que tiene que te traten bien.

Las primeras impresiones con el Garmin 205 han sido buenísimas, el pasado domingo hice totalmente sólo los últimos 24 kms del Transgrancanaria Maratón siguiendo el track GPS que había cargado con anterioridad en el reloj. Como resultado, casi no tuve que mirar el rutómetro y, aunque es posible salirse del camino, enseguida recibes el aviso de que has perdido la ruta por lo que puedes rectificar rápidamente. Sinceramente, si con mi nulo sentido de la orientación llegué sin problemas al destino en un tramo totalmente desconocido para mí, la herramienta de navegación es realmente útil.

Dentro de dos domingos rizaré el rizo y seguiré la ruta que hice este miércoles compitiendo contra mí mismo con la funcionalidad de Virtual Partner. ¿Seré capaz de ganarme?

En una o dos semanas publicaré las instrucciones para cargar rutas en el reloj y hacer el posterior seguimiento de las mismas, algo básico si se quiere rentabilizar este reloj en los entrenamientos de montaña. Hasta ese momento seguiré probando las funcionalidades de mi nuevo gadget y disfrutando de mi renovado Garmin 405.