Si hay una ruta que se ha convertido en imprescindible durante mi preparación maratoniana ha sido la avenida marítima de mi ciudad. En 9 tiradas domingueras han caído más de 200 kilómetros y aún tengo pendiente otros 50 antes del "Día D", así que creo que empiezo a conocer cada baldosa del paseo.
El recorrido es muy llano, excepto por la zona de la Playa de Laja, donde hay algún tobogán y una buena cuesta al llegar a los aparcamientos que se encuentran al final de la playa.
Normalmente comienzo el recorrido a la altura de la Estación de Guaguas (traducción: estación de autobuses), para dirigirme hacia el barrio pesquero de San Cristóbal. Este tramo es bastante cómodo y el viento no suele molestar, siendo la mayoría de las veces favorable.
El hecho de estar empezando la tirada y correr junto al mar permite disfrutar de las vistas, algo más complicado cuando las fuerzas empiezan a flaquear y casi te da igual por donde estás corriendo.
Una vez superada la playa de La Laja, damos la vuelta para volver sobre nuestros pasos en dirección hacia el Puerto. Esta parte del recorrido es la más complicada, ya que por norma general se hace con viento de cara, exactamente en la dirección que marca la bandera en la siguiente foto (la dichosa bandera ya no está y se sustituirá por unos molinillos eólicos, los que no son de aquí no saben la polémica que ha traído ese trozo de tela).
Una vez superada la Playa de Las Alcaravaneras, suelo dar la vuelta en la terminal de cruceros ya dentro de la zona del Puerto.
Tras esto, nuevo cambio de sentido, ajustando el kilometraje para dar la última zancada a la altura del Muelle Deportivo. De este modo me quedo al lado del Parque Romano donde suelo realizar los estiramientos.
En definitiva una ruta de entreno que permite dejar la mente en blanco y rodar con tranquilidad, eso sí, hay que tener cuidado con el mobiliario urbano y el carril bici, que a veces uno se abstrae demasiado y acaba colgado de una papelera (ya me ha pasado).
Lo peor sin duda es la dureza del suelo, típico de estas avenidas, pero creo que es un precio pequeño por disfrutar del paseo, siempre que no se pretenda hacer todos los entrenamientos sobre él.
En total el recorrido tiene 22,5 kilómetros si terminamos en la misma zona de la Avenida en la que empezamos (11,2 kms en cada sentido), así que para una tirada larga es una medida perfecta. Creo que me quedan muchas zancadas por este circuito.
PD: Las fotos me llegaron por email, y por más que he intentado descubrir su autor, no lo he conseguido. En cuanto sepa de dónde han salido haré referencia al mismo.
El recorrido es muy llano, excepto por la zona de la Playa de Laja, donde hay algún tobogán y una buena cuesta al llegar a los aparcamientos que se encuentran al final de la playa.
Normalmente comienzo el recorrido a la altura de la Estación de Guaguas (traducción: estación de autobuses), para dirigirme hacia el barrio pesquero de San Cristóbal. Este tramo es bastante cómodo y el viento no suele molestar, siendo la mayoría de las veces favorable.
El hecho de estar empezando la tirada y correr junto al mar permite disfrutar de las vistas, algo más complicado cuando las fuerzas empiezan a flaquear y casi te da igual por donde estás corriendo.
Una vez superada la playa de La Laja, damos la vuelta para volver sobre nuestros pasos en dirección hacia el Puerto. Esta parte del recorrido es la más complicada, ya que por norma general se hace con viento de cara, exactamente en la dirección que marca la bandera en la siguiente foto (la dichosa bandera ya no está y se sustituirá por unos molinillos eólicos, los que no son de aquí no saben la polémica que ha traído ese trozo de tela).
Una vez superada la Playa de Las Alcaravaneras, suelo dar la vuelta en la terminal de cruceros ya dentro de la zona del Puerto.
Tras esto, nuevo cambio de sentido, ajustando el kilometraje para dar la última zancada a la altura del Muelle Deportivo. De este modo me quedo al lado del Parque Romano donde suelo realizar los estiramientos.
En definitiva una ruta de entreno que permite dejar la mente en blanco y rodar con tranquilidad, eso sí, hay que tener cuidado con el mobiliario urbano y el carril bici, que a veces uno se abstrae demasiado y acaba colgado de una papelera (ya me ha pasado).
Lo peor sin duda es la dureza del suelo, típico de estas avenidas, pero creo que es un precio pequeño por disfrutar del paseo, siempre que no se pretenda hacer todos los entrenamientos sobre él.
En total el recorrido tiene 22,5 kilómetros si terminamos en la misma zona de la Avenida en la que empezamos (11,2 kms en cada sentido), así que para una tirada larga es una medida perfecta. Creo que me quedan muchas zancadas por este circuito.
PD: Las fotos me llegaron por email, y por más que he intentado descubrir su autor, no lo he conseguido. En cuanto sepa de dónde han salido haré referencia al mismo.
¿Y qué me dices de la panadería que hay en S. Cristóbal? Qué olorcillo cuando uno pasa por allí el domingo por la mañana...
ResponderEliminarBuen recorrido para hacerlo de mañana y sin gente, porque imagino que luego se pondrá hasta arriba... Correr viendo el mar, para los que no estamos acostumbrados, es una gozada.
ResponderEliminarEs lo bueno que tiene correr. Algunas veces disfrutas de unas vistas impresionante, otras bastante tenemos con ver 5 metros más allá de nuestros pies.
ResponderEliminarSaludos,
Cuando se le coge el gusto y la medida a un circuito es casi imposible abandonarlo y cambiarlo por otro, lo repetimos una y otra vez hasta la saciedad y está bien que así sea, lo hacemos nuestro y acabamos por dominarlo; eso nos ayuda a correr mejor y a disfrutar más; un abrazo, nos seguimos leyendo.
ResponderEliminarHola Manuel, Gonzalo te pregunta por la panadería, yo te señalo el restaurante Paparachi, el julio pasado después de los iba con mi mujer a reponer fuerzas, sin exagerar comí la mejor pasta de mi vida, además el trato exquisito, a lo mejor vuelvo en verano ya te avisaré para hacernos unos km y rematarlos con un buen plato de pasta.
ResponderEliminarun abrazo
Buena zona para entrenar sin duda, muy bonita. La ciudad de Las Palmas tiene ese encanto de tener como ventana principal "el mar".
ResponderEliminarJe je, Puede que si que ese finde me viniese bien, pero mas bien pienso que cuando peor estaba, me relaje, y deje que las cosas saliesen como tenian que salir.
ResponderEliminarAhora toca un pequeño respiro,pero ya me esta costando estar quieto.
¿Y el pestazo a aguas residuales que hay por la avenida a la altura del teatro?.
ResponderEliminarGonzalo: Hace tiempo que no voy por las mañanas y no me acordaba pero es mortal.
ResponderEliminarJan: La verdad es que se puede correr a cualquier hora, no es una vía muy transitada.
Sergio: Creo que tienes confundida la Avenida Marítima con el Paseo de Las Canteras, por eso comentabas que había tanta gente :-). Si te vienes para acá no dudes en avisar, la carrerita con visita al Paparazzi está asegurada.
Anónimo: La verdad es que en alguna ocasión si te puedes encontrar algún olor "extraño" pero casualmente ayer pasé 4 veces corriendo por el Teatro y no noté nada, me fijaré la próxima vez