Típico mes de salida de lesión, hasta el día 8 no pude calzarme las zapatillas, y a partir de ese momento he ido aumentando muy poco a poco los rodajes, siempre siguiendo las indicaciones de mi fisioterapeuta. Por tanto el kilometraje mensual se ha quedado bastante corto en comparación con alguno de los meses anteriores, aunque evidentemente la importancia de este dato es muy relativa ya que el objetivo prioritario fue recuperarme de la lesión.
Correr pocos kilómetros en cada una de las sesiones ha traído consigo un lógico aumento del ritmo, llegando a cifras globales que hacía meses que no conseguía. Es un poco ficticio, pero ayuda a coger un poco de velocidad antes de reencontrarme con las tiradas largas. También han aumentado las pulsaciones por minuto debido a los ritmos comentados y a la falta de fondo físico tras el periodo de inactividad.
Sin duda lo mejor del mes es que la tendinitis de pata de ganso ha ido desapareciendo y, a día de hoy, no tengo ninguna molestia, me mantendré alerta para no recaer pero he podido correr sin pensar en la lesión de rodilla. Es curioso como, aún sin dolor, sigo repitiendo gestos para protegerme al bajar una escalera o subir al coche, inconscientemente sigo un poco acojonado.
El periodo de convalecencia también ha servido para trabajar más tiempo con las pesas, algo que nunca viene mal para fortalecer el cuerpo y tenerlo preparado para darle caña durante las carreras.
Este mes debe ser el de la vuelta a la normalidad, espero que durante un tiempo pueda correr de forma continuada sin agobiarme por las lesiones.
Correr pocos kilómetros en cada una de las sesiones ha traído consigo un lógico aumento del ritmo, llegando a cifras globales que hacía meses que no conseguía. Es un poco ficticio, pero ayuda a coger un poco de velocidad antes de reencontrarme con las tiradas largas. También han aumentado las pulsaciones por minuto debido a los ritmos comentados y a la falta de fondo físico tras el periodo de inactividad.
Sin duda lo mejor del mes es que la tendinitis de pata de ganso ha ido desapareciendo y, a día de hoy, no tengo ninguna molestia, me mantendré alerta para no recaer pero he podido correr sin pensar en la lesión de rodilla. Es curioso como, aún sin dolor, sigo repitiendo gestos para protegerme al bajar una escalera o subir al coche, inconscientemente sigo un poco acojonado.
El periodo de convalecencia también ha servido para trabajar más tiempo con las pesas, algo que nunca viene mal para fortalecer el cuerpo y tenerlo preparado para darle caña durante las carreras.
Este mes debe ser el de la vuelta a la normalidad, espero que durante un tiempo pueda correr de forma continuada sin agobiarme por las lesiones.
Todo ese esfuerzo que has realizado siguiendo los pasos correctos te permitirán alcanzar una buena forma física con el objeto de correr la media en enero en condiciones y dejar atrás este capitulo de lesión que no agrada a nadie.
ResponderEliminarEspero que de aquí en adelante todo sea progreso físico.