Después de 9 días sin poder entrenar debido a una lesión en el abductor, hoy por fin he podido salir a rodar.
Las sensaciones han sido malísimas, es increíble lo que cuesta ir avanzado y lo rápido que el cuerpo olvida como ir rápido. Sin duda el cuerpo humano es cómodo por naturaleza.
Por lo menos, sólo he sentido unas pequeñas molestias, lógicas teniendo en cuenta que he estado en reposo casi absoluto estos últimos días.
En teoría, siguiendo el plan, debía correr 10km entre 140 y 150 pulsaciones por minuto. Las distancia la hice, no sin problemas, pero lo de las pulsaciones ha sido misión imposible. Desde el principio se me han disparado y era imposible controlarlas como hace dos semanas, así que en el tercer km dejé de mirarlas. Supongo que la inactividad, el bochorno que hacía y el cocktail de medicinas de los últimos días han ayudado a que mi ritmo cardiaco fuera tan alto.
La comparación de ritmo cardiaco entre mi último entrenamiento antes de la lesión y el realizado hoy es muy importante. Unas 20 pulsaciones más con un ritmo 20 seg/km más lento (la primera gráfica se corresponde con el entrenamiento de hace dos semanas y la segunda con el de hoy).
Al final 10 km en 55:47 con unas pulsaciones medias de 169 (una pasada para el ritmo que llevaba). De momento parece que no me resiento después de la carrera.
Mañana, si no tengo dolores, publicaré la planificación de la semana. Vamos a ver como me levanto ...
Las sensaciones han sido malísimas, es increíble lo que cuesta ir avanzado y lo rápido que el cuerpo olvida como ir rápido. Sin duda el cuerpo humano es cómodo por naturaleza.
Por lo menos, sólo he sentido unas pequeñas molestias, lógicas teniendo en cuenta que he estado en reposo casi absoluto estos últimos días.
En teoría, siguiendo el plan, debía correr 10km entre 140 y 150 pulsaciones por minuto. Las distancia la hice, no sin problemas, pero lo de las pulsaciones ha sido misión imposible. Desde el principio se me han disparado y era imposible controlarlas como hace dos semanas, así que en el tercer km dejé de mirarlas. Supongo que la inactividad, el bochorno que hacía y el cocktail de medicinas de los últimos días han ayudado a que mi ritmo cardiaco fuera tan alto.
La comparación de ritmo cardiaco entre mi último entrenamiento antes de la lesión y el realizado hoy es muy importante. Unas 20 pulsaciones más con un ritmo 20 seg/km más lento (la primera gráfica se corresponde con el entrenamiento de hace dos semanas y la segunda con el de hoy).
Al final 10 km en 55:47 con unas pulsaciones medias de 169 (una pasada para el ritmo que llevaba). De momento parece que no me resiento después de la carrera.
Mañana, si no tengo dolores, publicaré la planificación de la semana. Vamos a ver como me levanto ...
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